21 de octubre de 2014

Lo que siempre hemos sabido

Mientras los demás palean el calor en la frescura del patio Antonela sigue refugiada en su habitación. Ella siempre lo ha sabido, pero yo hasta ahora no lo había sopesado en su máximo esplendor, o puede que sí y tan sólo lo había olvidado. 

Antonela sabe que ella es parte de aquella familia tanto como no lo es; sabe que no pertenece y que al mismo tiempo allí está. Disidente, ese siempre ha sido su rol, no sé como no me di cuenta antes de ello. 

De verdad siento que ella siente tantos deseos de desaparecer y desligarse de todo. Es el mismo deseo de que  todo esto no fuese así y que entonces pudiese pertenecer a una familia exenta de rencores. 

Yo lamento más que sea una completa cobarde y no decida desligarse de una buena vez por todas. Aunque le duela y se sienta sola al principio.  

20 de octubre de 2014

Vuelves sin saberlo

Resulta que llegué a un historial en dónde habían ciertas platicas nuestras. Luego de leerlas y sentirme estúpida, las eliminé para siempre. 

Y al recordarte sin querer yo hacerlo, me vuelve a la mente la pregunta sobre qué hubiese ocurrido sí. 
Sinceramente creo que nada habría pasado, porque nuestro distanciamiento no se debía a que yo lo haya decidido, no fue a que yo haya decidido sacarte de mi vida, tu simplemente te marchaste sin que  fuera necesario que yo te lo dijese, como las burbujas  a la orilla de mar. Siempre lo he escrito, siempre lo diré, me enseñaste tantas cosas que jamás siquiera imaginaste, porque yo te recuerdo como algo más, como si de pronto nosotros hubiésemos siquiera tenido una historia  que recordar. 

14 de octubre de 2014

Declaración pública en redes sociales.

"Hola, inicialmente no sabía de que trataba el grupo pero el título me atrajo arrebatadamente. Empecé a leer los comentarios y le di "like" a la publicación de una chica que quería intercambiar correspondencia. Y bueno, la agregué y en un comienzo solo hablábamos por gmail a pesar de tener el contacto en el mismo facebook para así interactuar, así que los correos se hicieron cada vez más esporádicos y los fuimos dejando poco a poco para conversar más en chat y nos fuimos conociendo más y más pero desgraciadamente ella literalmente vive en el fin del mundo (Chile) y curiosamente en mis proyectos universitarios espero llegar allá; intercambiábamos audios, nos leíamos poemas, platicábamos cosas tontas pero me encantaba platicar con ella; bueno, se que tal vez no cumplí con la esencia del grupo en cuanto la correspondencia pero conocí a una chica increíble, que me encanta, que daría tantas cosas por abrazar y sentir su calor y que me recite poemas de Pizarnik. Te quiero"

El escribió sobre mí. Y a pesar de que siento que no todo es tan flor de rosas, de que en realidad sólo es una historia de  una amistad no realmente de verdad, una que tal ves acabará en cualquier instante, se me hace un gesto demasiado lindo, como si de pronto hubiese sido lo más lindo que hubieran hecho por mi.  

22 de septiembre de 2014

Simplemente

Pensé que podría escribir sobre ti, sobre la irónica sonrisa tonta que se deposita en mis labios una vez que te he leído, pensado, recordado todo y a la vez nada. Pensé que podía escribir sobre la amargura que se establece en la boca de mi estomago una vez que me has ignorado, una vez que no me amas, una vez que yo te sigo queriendo; pensé que podría escribir, pero no. Realmente no puedo. 

3 de septiembre de 2014

Diagnostico general

Poco tiempo para materializar pensamientos. Poco tiempo para pensar. 
Insomnio constante. Dormir demasiado de día. 
Comienzo a desmoronarme y mentalmente me lo niego. No puedo volver a comenzar. 
Mucho dolor de cabeza, cansancio  visual. Requiero de mis lentes nuevos. 

11 de agosto de 2014

Mala suerte. Karma. Whatever

A eso de las cinco de la tarde del 10 de Agosto, es decir, ayer, he recibido un martillazo en la nariz; sí, un martillazo. Sin dolo ni intencionalidad alguna de parte del agresor más allá que la correspondiente negligencia.  

Diagnostico: Un corte vertical por toda la nariz sin afectar el hueso salvándome así de una fractura. Una infinidad de sangre brotando por mi cara, nariz y boca. Demasiada expectación y susto de que algo peor había ocurrido. Cerca de tres horas en el servicio de urgencias. 

Resultado de la lesión: Dos puntos internos musculares y seis de piel. Un horrible parche gigante que posteriormente ha sido cambiado por uno más pequeño.  

Consecuencias del acto: Una horrible cicatriz más a mi cuerpo, cuestionamientos sobre lo mierda que se torna mi vida en muchas ocasiones. Un sin fin de risas. Incredulidad. Aumento del nivel de valor en mi persona para desplazarme como si nada en la vía publica con un parche en la nariz. 

Escribí algo desbordante sobre la ira que me consumió en un instante sobre todo esto, claro, dejada por la rabia se escriben muchas cosas, se acude mucho a la auto compasión a pesar de no estar a favor de la misma. 

Pero es que, aun lo pienso, algo realmente está en mi contra.

31 de julio de 2014

Carta 6

Hola :) 

Las vacaciones se han terminado y bueno, será un tanto difícil la comunicación pero no imposible. Así lo veo yo. Estos días han sido los primeros del curso y se han ido un tanto agitados por eso de las investigaciones preliminares y así pero nada que no pueda. 

Ahora me doy unos minutos para escribirte y no lo digo en forma de reclamo pues andaba leyendo y leí tu correo desde el mero día pero no estuve cerca de un computador para medio redactarlo de una forma debida. 

Pero no pienses eso, ¿si? lo de esa chica fue muy independiente, y no tengo porque mentirte, no me afecto mucho y aunque nuestra relación es más que nada textual y a veces auditiva ¿qué va? me siento feliz leyéndote aunque no hablemos de algo tan interesante o qué se yo. 

Sé que sera un tanto difícil pero nos leemos igual y sabes y yo sé que por lo menos hay alguien que nos piensa aunque sea un ratito en el día aunque este hasta unos cuantos kilómetros.

Yo te quiero. <3 div="">

29 de julio de 2014

Carta VI

Manuel,

Sabes, estoy en el trabajo y me aburro un montón, Jajajaja. Eso debería hacerme feliz porque significa que no hay problemas que deba solucionar y que me pagan por no hacer nada. Pero me aburro y no tengo un computador para mi propio así que estoy o de pie o sentada leyendo a medias porque me desconcentro o conectándome cuando un computador se desocupa a la hora del almuerzo de algunos ejecutivos; como ahora.

Anoche me quedé dormida, lo siento. Me da cierta molestia saber que ahora que han culminado entre comillas las vacaciones no vamos a hablarnos tan activamente como hasta ahora, porque aunque yo estoy de vacaciones en la universidad es como si no lo estuviera en realidad, ya sabes, ahora todo comienza a agitarse y es como si de pronto volviéramos a la vida real, se me hace interesante pensar que todo este tiempo de conversaciones por wasap han sido como un sueño, uno de esos que no quieres que se acaben nunca.

¿Vas a seguir hablándome como hasta ahora considerando que vas a volver a reencontrarte con tus amigos?, es inevitable no pensar en ello al escribir este correo.

Porque, pienso en una cosa y que tiene relación con esa coraza de la cual hablas allá arriba, pienso que si Emily no te afecto tanto como esperabas, ¿qué voy a afectarte yo cuando el conocernos no es en parte, sino en gran parte, mucho más superficial?, no entiendo lo que te pasó con ella, ni es que quiera entenderlo, pero sé que quiero dejar una huella que de verdad sea agradable o desagradable o lo que sea, yo no quiero no afectarte y quiero creer que eso lo comprendes. Porque tu dices que me quieres y yo te digo lo mismo y es verdad.

Me agradas muchísimo y quiero creer que en el futuro a partir desde hoy o desde ayer o desde hace una semana, nosotros seremos buenos amigos, y no hablo de una amistad cibernética sin mucho trasfondo, hablo de una amistad real aunque nos separen kilómetros de distancia y cerca de 20 horas de vuelo.

¡Te quiero!

17 de julio de 2014

Carta 5

Y parece que toda esa lluvia cayendo por acá y ese frío invernal calante en tu sitio han confabulado con los astros para que esta chucha de correo me sirviera. 

Ahora, no sé, creo que en parte me siento un poco culpable al no revisar mi correo antes, porque pues quiero suponer que servía en el momento que llegó tu correo pero lo revisé hasta que me tuviste que decir. :C 

Recuerdo ese día, que te sentías como perdida y así; te noté un tanto mal pero creo que intentaba animarte, siempre he sido malo para eso, pero bueno, al menos debo causar gracia al intentar hacer ese tipo de cosas. 

Yo pues ahora me siento un tanto frágil por lo de Emi, pero bueno, siento que fue lo correcto porque ella no estaba haciendo las cosas como eran debido y pues yo quiero que me respeten y ella no lo hizo y pues las cosas como son. 

Y es feo ¿sabes? digo, la quería y todo pero no me dolió tanto como esperaba. A veces siento que me cree un escudo que se activa en esas situaciones y es extraño y a la vez bueno, porque pues yo soy o era muy sentimiental, me da por llorar mucho y creo yo que para lo que ella significaba para mi era la menos válido haber derramado unas cuantas lágrimas pero no fue así, a veces son buenas esas desgracias creo. 

Y ahhh, maldita distancia ¿no es así? Créeme que me agradas muchísimo; me alivia mucho hablarte y leerte y saber que estas ahí a pesar de las distancias. Me gusta coquetearte y lo sabes y se que a ti te gusta cuando lo hago porque causo ternura. hahaha.

P.D. Te estoy queriendo mucho y me importa un carajo la distancia, algún día debo abrazarte. 

12 de julio de 2014

Ya no volveré a pensarte

Oye, A. 

Después de días, unas cuantas semanas en concreto, ya casi no pienso en ti; y  es cierto ese dicho que rezan por ahí, "un clavo saca a otro clavo", porque simplemente deje de martirizarme a causa de tu silencio gracias a la aparición de alguien más, que en concreto es una completa estupidez porque es como si no existiera; pero existe, lejos, pero existe. 

El asunto es que a pesar de que aun pienso en que me hubiera gustado verte otra vez, leerte otra vez, ya no aprieta el estomago ni el pecho la posibilidad de que eso ocurra; tampoco el pensar que en definitiva no ocurrirá. Ya no pienso en invocarte con palabras porque ya lo hice y técnicamente tu ya no respondiste. Es decir que en realidad si tomaste una decisión, porque decidiste olvidar, así que yo también haré lo mismo. Volveremos a ser dos desconocidos que se divirtieron sin más. 

10 de julio de 2014

Yo podría ser una de ellas

“Hay personas que creen no merecer el amor. Se suelen dirigir hacia los espacios vacíos, para así tapar las brechas del pasado.”

De, Into the Wild Film. 
C. McCandless. 

4 de julio de 2014

Un paso adelante o atrás.

Un día Antonela comprendió que no todos los sentimientos tienen explicación; no al menos una explicación razonable; porque por ejemplo, ella jamás logró entender, incluso hoy, el hecho de no congeniar demasiado con su madre y un día  el cual ella no recuerda ni mucho menos yo, dejó de intentar comprenderlo. Luego, sólo hacía falta que le dejase de importar. 

3 de julio de 2014

Hay ciertos días

Hay ciertos días en que las cosas comienzan a dar vueltas y vueltas y no dejas de pensarlas; hay ciertos días en que me siento tan sola y no a gusto con mi soledad. Tan sola que nadie lo imagina. 

Carta V

Querido Manuel 

Y ya que estamos con confesiones, voy a hacerte unas cuantas. 

Hoy no ha sido un muy buen día para mi estabilidad emocional. Ha sido uno de esos días en que las cosas comienzan a dar vueltas y vueltas y no dejas de pensar; hay días en que me siento tan sola que ni te lo imaginas. Así que me puse a ordenar mi habitación con la finalidad de mantener la mente ocupada y creo que dio un poco de resultado; entrada la tarde ya todo estaba más estable y en orden. 

Por otra parte me he pasado varios minutos pensando en cómo responderte, y lo único a lo que llego es a realizar una vil y resumida copia de tus palabras. Me gusta dialogar contigo, me das confianza y es raro porque al mismo tiempo también me da vergüenza enviarte audios y tal y me digo a mi misma, ¿qué tiene?, él está a kilómetros de distancia, no es como si de pronto fuese a aparecer y burlarse. Pero ya vez, a veces soy un poco maniática con todo. 

Me gusta que me coquetees y claro, también me gusta saber que te sonríes como un tonto. Yo me sonrío bastante como idiota cuando me hablas. 

Si vienes a Chile algún día, cuenta con que seré tu guía turístico.

2 de julio de 2014

Carta 4

Te confieso que al comenzar al leer esto lo leí con cierta distracción y me lo tomé un poco a mal, me costó entender, pero en verdad que encontré en ti algo que hoy en día no se encuentra. Diras "¿Qué hay en mi?" y te diré como un tonto que simplemente no lo sé. Dirás que es un espejismo pero a mi me gusta ese espejismo; podría decir que somos un par de espejismos entonces. 

Me provocas confianza, me gusta coquetearte y saber que te sonrojo tan si quiera un poco.

Si es que me voy a Chile lo primero que haré será comer y buscarte para tomar y vernos y leer cosas y cosas así :D JaJa.

P.D. 7u7

29 de junio de 2014

Carta IV

Manuel,

Lo primero que voy a escribir es que me siento completamente decepcionada de nuestra relación. 

Yo esperaba encontrar alguien con quien no echar raíces, un desconocido en el cual lograr mantener la solemnidad a través de los correos, contarle mis pesares y alegrías sin culpas ni prejuicios y ya nos vez, como si de pronto nos conociéremos desde mucho. 

Somos un desastre; hemos ido a por más que un simple intercambio de emails. 

Así que sí, estoy decepcionada porque como dije una vez, las cosas nunca me salen como quiero y aquí es cuando me digo que si bien esta condición ya parece algo innato en mi vida, dichas cosas que no resultan como estimo a veces consiguen dar gratas sorpresas. 
Definitivamente has sido una grata sorpresa. 

Me agradas, me inspiras confianza, me haces reír. Es como si de pronto de verdad pudiese sentir tu apoyo y eso no siempre consigo sentirlo con la gente, tal como has dicho en la carta anterior, somos selectivos con la gente, específicos respecto de con quienes vamos a interactuar, respecto de a quienes les vamos a decir una u otras cosas y cuando encuentras a alguien así da lo mismo de dónde proviene, si está lejos o cerca porque las limitaciones físicas se quedan en eso, sólo en eso. 

Un abrazo fuerte, Manuel. 

Pd: Me alegro muchísimo que estés tan feliz junto a tu Emily. Sé desde ya que ambos tendrán una perfecta y asombrosa historia que a penas y comienza. 

28 de junio de 2014

26 de junio de 2014

Carta 3

Hola :D 

Recién acabo de leer que ya hiciste tu prueba y te sientes esperanzada; ojalá te vaya bien, sé que si o al menos espero eso porque si no me sentiré un poco culpable al saber que yo fui el que te quito un poco de tiempo al pensar y redactar previo testamento.

Respecto a lo que dices que es "complicado" creeme que lo sé, y hasta puedo llegar a decir que yo de igual forma me catalogo así, un tanto complicado con la gente, muy específico en cuanto a las personas con las que decido convivir y así. Es difícil, pero aprendes a divagar así.

De igual forma entiendo eso de que las cosas nunca salen como uno quiere, y créeme, ahora me siento con miedo, muchísimo, pues por primera vez me esta saliendo todo como alguna vez lo desee (ya que nunca planeé estas situaciones) pero espero me siga yendo bien.

Igual yo me ilusiono muy rapidísimo y es triste, muchísimo pues a siempre siempre yo quiero algo formal ¿me entiendes? no andar jugando o cosas así. Y siempre me salen con que solo quieren para un rato o un acostón o algo así, y pues o sea, estoy a edad de todo "eso" pero yo no soy así o al menos me cuesta demasiado. 

Tal vez en una de esas tantas "aventuras" que tuve de igual forma me llegué a saltar casi todas las etapas hasta llegar solo a un simple acostón, no me arrepiento pues me sirve de experiencia, una vivencia, no tan placentera para mi (posteriormente) pero a fin de cuentas vivencia. 

Y respecto a lo del amor, hoy fue día de suerte y por fin se formalizó mi relación con esta niña. Y es bonito ¿Sabes? porque jamás creí que estaría con ella.

¿Has leído "Mujeres" de Charles Bukowski? 

Me siento como Hank Chinasky cuando en el comienzo solo tiene relaciones tormentosas y solo busca tomar, escribir y tener sexo (para mi corta edad, este último año fue muy activo en los tres sentidos) y al final de la novela se enamora de una persona todo lo contrario a lo que el por lo general buscaba, y se enamoraba...

No sé si puedo decir que estoy enamorado, seria un atrevimiento, pero siento algo y es muy fuerte (Estamos juntos prácticamente desde hace un año) y me hace sentir el chavo más feliz del continente :D 

Me da miedo hacerme ilusiones, de hecho estoy totalmente en contra de ellas: pero estoy feliz, no quiero planear una temporalidad solo deseo vivirla. 

Me das confianza y me agradas mucho.

Te sobra un par de hombros y manos para sostenerte cuando quieras llorar o algo.

P.D.: Tus plegarias sirvieron :) 

P.D.2: Un abrazo enorme y así. 

P.D.3: Si todo sale como quiero te podré dar tu autografo en un par de años. :D

25 de junio de 2014

Carta III

Querido Manuel

Te he escrito un testamento con mis pesares. Pero ya que estamos con el tan sobre valorado amor, las palabras se me vuelan y aun así siento que soy incapaz de expresar todo lo que mi ser siente, no sólo ahora, sino siempre. 

Por cierto, no te preocupes por la tardanza, eso me da a entender que eres consecuente con tu tiempo, con tus responsabilidades. Te comprendo con eso de los exámenes y demás cosas pues ya sabemos ambos que caminamos más o menos por el mismo sendero. Yo mañana (hoy) tengo mi ultima prueba de mi curso de ética y pues aquí me encuentras, dándole prioridad a mi tiempo de ocio; facebook por aquí y por allá, visualizando el wassap del chico que me tiene los nervios a punto de estallar a cada instante, pensando cosas y escribiéndote. 

De todas formas no estoy preocupada por la prueba de mañana, es un ramo bastante liviano ciertamente, o no sé si yo le estoy catalogando irresponsablemente. Son muchos los contenidos pero no me siento preocupada y eso que no he estudiado nada (literalmente nada) No sigas jamás mi ejemplo, por favor. 

Respecto de lo que me comentas, sobre que te sentiste identificado con ambas frases de mis cartas, es complejo ¿sabes?, yo de por si soy un personaje complicadísimo y creo que eso es parte de mi esencia, no sería quien sin mis crisis existenciales, sin mis constantes e insaciables cuestionamientos a todo. Hubo una vez alguien que me dijo "Piensas demasiado" y resultó ser que tenía toda la razón del jodido mundo, pero así soy, no consigo dejar de pensar. 

Te dije que me había en cierto punto acostumbrado a perder porque supongo que las cosas nunca me han salido como yo he esperado que salgan; no me quejo mucho de mi vida lo que no significa por ningún motivo que no lo haga, es sólo que tal vez me hubiese gustado a estas alturas de mi vida haber tenido más experiencias sobre mi espalda, haber tenido el valor de hacer las cosas que siempre quise hacer y sé que para algunas aun hay tiempo, pero para otras simplemente se me fue la oportunidad. 

Sabes una cosa, Manuel. Me ha hecho mucho eco el que digas que no te va tan bien en asuntos del amor. A mi me ocurre lo mismo. Me ilusiono, me ilusiono demasiado rápido que a veces incluso me siento realmente tonta por hacerlo; es como si de pronto yo tuviese diez años y me enamorara del primer hombre que me dice "Hola", sí, es una completa exageración, pero hubo un tiempo en que realmente me ocurría (no con el "Hola" claramente). 

Hoy en día he conseguido volverme más fría, tiendo a no esperar mucho de los hombres porque siento que no he sido hecha para ser la chica con el papel protagónico y es por ello que antes te decía que no espero a un príncipe azul, sólo espero esa gran historia, ese algo. Y con esto te digo, en mis 24 años de vida jamás he mantenido una relación formal con nadie. Como dirían mis padres, es como si se me estuviese a punto de pasar el tren. 

Y tal vez es por ello que estoy tan "enferma" al respecto del ultimo sujeto que entró en mi vida. Estoy un manojo de nervios porque no quiero que él me comience a gustar más de lo que ya me gusta porque ahora él me ignora y yo ya me cansé de ser quien tome la iniciativa por él. Iniciamos algo en lo que fuimos demasiado rápido quemando las etapas, hasta diría que nos saltamos algunas. 

Nos conocimos, nos saturamos hablando del uno y del otro y ya luego no quedaba más que tirar las cartas sobre la mesa para que todo no se volviera tedioso. Nos dijimos que nos interesábamos mutuamente y él se retiró luego de decirme que yo le gustaba (hasta allí estábamos cuando te escribí la segunda carta)

Pero entonces insistí, porque creí que él valía la pena y luego de al fin decidirnos a salir un día, resulta que ahora ya no me habla pero tampoco me ha alejado de su vida como si de pronto él fuese el típico hombre que sólo quiere conseguir un revolcón. Pienso que hasta incluso sería más fácil para mí que fuese ese tipo de hombre, al menos no estaría con tanta incertidumbre de por medio. 

Imagínate si estuviese completamente ilusionada con él, supongo que no sería capaz de contarte todo esto de ser ese el caso. Supongo después de todo, que lo que me ha afectado es el orgullo. No quiero ser yo la que se quede pensando en él, tampoco es que espere ser la chica mala de la película y destrozarle el corazón, pienso que hasta incluso me bastaría con un consenso. 

En fin, que sólo te escribo todo lo malo, como si pañuelo de lágrimas fueses; pero no sé, creo que me inspiras confianza, de esa confianza no convencional, sino de aquella que te dice que conseguirán comprenderte al menos un poco. 

Un tremendo abrazo fraterno. 

Pd: Yo confío en que tu "no sé qué" con esta chica pueda perdurar. Elevaré mis plegarías a los astros para que todo te vaya de maravilla con ella. 

Pd II: Mil felicitaciones por tu publicación. Tendré que pedirte un autógrafo.

24 de junio de 2014

Falsas expectativas

Allí estaban ambos, de seguro impacientes y con algo de nervio al momento en que se vieron reunidos, nada que una conversación trivial no consiguiese aminorar. Lo que siguió a continuación no fue más que más que un par de horas agradables en los que el nerviosismo se esfumó por completo. Hubo risas, charlas y hasta incluso bromas. Lo que siguió a continuación fue lo que debía de suceder, a lo que ambos sabían que irían y aunque hubieron ciertas señales de por medio en las cuales ella podría haber interpretado que todo acabaría bien, seguramente él también saco sus propias conclusiones las que estaban en contra posición a las de ella. 

Tal vez por ello es que acabaron de espaldas uno del otro tal y como ella pensó que sucedería.

Te escribo en desesperación

No sé si exactamente concederte el hecho de que has conseguido lo que querías, después de todo fui  yo misma quien insistió hasta el punto de que nuestro encuentro sucediera; pero te lo concedo, lo has conseguido y eso solo me provoca un sabor amargo de boca (metafóricamente hablando)

El asunto en cuestión es que creo que considerando que mis expectativas se vieron completamente aminoradas sobre el cómo acabó todo esa noche, merezco un poco de crédito de tu parte. 

Y debería ser simple, o me eliminas de una vez de tu vida o me dices qué carajo es lo que esperas que haga. Soy una mujer susceptible (demasiado) como para no realizar conjeturas y ponerme a pensar sobre que es lo que piensas, si tan sólo querías conseguir lo que conseguiste, no es lógico que no me hayas expulsado sin más, no es lógico.

Hazme un favor y simplemente bórrame de todo esto, desaparece.

Estoy segura que me comeré los sesos un par de días pero al menos o seguiré con esta incertidumbre y no es que de pronto seas el amor de mi vida ni mucho menos, pero me gustas, lo cual es en extremo una locura porque es cierto que tenemos muchas cosas en común, pero tu no eres ni por asomo lo que yo siempre he idealizado de un hombre. 

Así que bien, te lo planteo de esta manera, por un mínimo de consideración decídete de una vez. No es que tengas que de pronto convertirte en un príncipe azul; tampoco espero que iniciemos algo, ni mucho menos una relación. Lo único que necesito es que no me ignores, que seas sincero y que permitas que las cosas fluyan; quien sabe, quizá estamos en el inicio de una muy buena amistad. 

Créeme que en esta etapa de mi vida no necesito más relaciones superfluas.

Te invoco con palabras, hoy madrugada del 24 de junio.

Ahora puedo decir, con toda propiedad que soy una completa loca cursi, maniática y psicótica, 

Háblame A, sólo te pido eso. 

Carta 2

Hola, disculpa la tardanza ya sabes, exámenes finales, estudios, desveladas, asesorías y ah, terminaba hastiado y muy cansado.

Insisto, al momento que me mandaste la carta me sentía casi igual que tu (respecto a lo que escribías) y hubo dos cosas que me tomaré el tiempo de recalcar;

"Estoy acostumbrada a perder de cierta forma".

No es por mentir ni nada, pero justo ese día pensé eso, pues tuve un mal sabor que ay... me puse triste pero no me daba ni tiempo para entristecerme. Y la otra era

"no espero un Príncipe azul, pero espero algo"

Te juro que me sentí así, todo todo en su lugar. 

Soy muy cursi, y me encariño muy fácilmente, odio eso ¿sabes? Para mi el amor es sordo y no ciego. Digamos que casi no me va tan bien respecto a eso.

Pero mi suerte cambió poquito, tengo un "no se qué" con una chica que comenzó fungiendo como mi amiga y ahora cambiaron las cosas (se que este tipo de relaciones amistad-amor nunca van para bien, pero era tan fuerte todo que decidimos continuar) y me siento de lo más feliz con ella. Es lo que ha calmado mis días y tengo miedo porque todo va tan perfecto que me preocupa eso, nunca me va bien tanto tiempo seguido... Ojalá y me equivoque...

Otra cosa importante que me pasó fue por fin se publicó una revista virtual dónde se publicó un poemita mio y es bonito porque gente que ni conozco me felicita y así. Jaja. :)

¿Tu como sigues? ¿ya estás mas tranquila?

Un abrazo más fuerte y enorme.

20 de junio de 2014

Lanzarse

Cada cual tomó su propia iniciativa. Ambos sabían a lo que irían por lo que no tendrían porqué haber ataduras de por medio. Aún así, ella estaba nerviosa; ansiosa y nerviosa. ¿Y si lo había interpretado todo mal?, bastaba menos de un segundo para encontrar la respuesta, claro que no había interpretado nada mal. 

16 de junio de 2014

Huyes

La primera vez que te conocí, sentí una especie de contradicción en ti. Tú estás buscando algo, pero al mismo tiempo estás huyendo de todo lo que vale la pena.

15 de junio de 2014

Carta II

Querido Manuel, 

Retiro lo dicho en el primer correo, pienso que es más complicado escribir una segunda parte; quizás mi estado de ánimo tenga un poco que ver en todo esto, pero siempre estoy echándole la culpa al estado de ánimo, así que directamente no sé si habrá mucha razón en ello, después de todo podría comenzar a escribir sobre cualquier cosa en el mundo y ya estaría; pero ese es el problema, ¿qué vas a escribir?

Culpa al corazón quien se antepone a la realidad, a la objetividad, a la frialdad; se antepone a sabiendas de que será dañado. 

Culpa a mi ingenuidad, que siempre está creyéndose todas las frases bonitas así sin más. 

Culpa al orgullo y al pesimismo; porque gracias a ellos no soy capaz de ir y buscar lo que podría a haber sido una gran historia. Quizás es que me he acostumbrado a perder en cierto sentido. 

Pero por sobre todo, culpalo a él, quien se ha acobardado al notar que su propio corazón empezaba a sentir.

Como te darás cuenta soy bastante cursi. Y sí, estoy media enojada media triste por líos de amor. Tal vez no esté esperando a mi príncipe azul pero sí espero algo. Algo grande, y creí en un momento que con esta persona realmente podía resultar ese algo. Es como si tuviera tanto que entregar y está allí, dentro de mi conteniéndose. Odio ser así, odio tener que depender de todo esto.

¿Te sorprende el que haya mencionado a Sartre?, las cartas al Castor ¡son esplendidas!, me gustan mucho no sé, me provocan una sensación de tanta complicidad, es al fin de cuentas el inevitable anhelo de tener una gran historia, tener a esa persona a la cual le escribes por el puro placer de escribirle (como dice Sartre en una de las mismas cartas) aunque no tengas nada que decir y terminar escribiendo cuatro hojas. 

¿Qué me dices de ti?, ¿Algún amor épico el cual mencionar?, de seguro que sí, siempre los hay, como escribió Pizarnik "Y quién no tiene un amor?,¿quién no goza entre amapolas?"

Un abrazo gigante.

Sólo una vez

Sólo una vez supe para qué servía la vida.
En Boston, de repente, lo entendí,
camine junto al río Charles,
observé las luces mimetizándose,
todas de neón, luces estroboscópicas, abriendo
sus bocas como cantantes de ópera;
conté las estrellas, mis pequeñas defensoras,
mis cicatrices de margarita, y comprendí que paseaba mi amor
por la orilla verde noche y lloré
vaciando mi corazón hacia los coches del este y lloré
mi verdad sobre un pequeño puente encorvado
y apresuré mi verdad, su encanto, hacia casa
y atesoré estas constantes hasta el amanecer
sólo para descubrir que se habían ido.


14 de junio de 2014

Avance

Dos cosas que no pueden esperar a un correo más decente.

1. AMO a Charles.

2. Te envío un abrazo muy muy fuerte.


Carta 1

Hola.

Primeramente me presento, mi nombre es Manuel

Tengo que admitir que me gustó tu forma de expresarte; no digo que sea raro o algo por lo parecido sino que acá donde vivo, en México en un Estado de provincia llamado Querétaro que osan llamarlo urbe, la gente es muy complicada y cerrada, no se quieren esforzar y usan unas cuantas palabras para expresarse.

Me identifico en cuanto a que me es más fácil poder entablar diálogo con un/a desconocido/a (ya no lo eres) pues no hay perjuicios de por medio. 

Casi no socializo, a veces se me hacen muy tontas unas formas de interrelacionarse o sus pláticas no me son de interés o tal vez no las hacen interesantes. 

Indirectamente me hiciste saber tres o cuatro puntos de tu vida y coincido con la misma carrera, la lluvia o que de igual forma me gusta escribir.

Soy muy noble y terco y es malo, pues no sé ser duro con algunas personas y simplemente salgo lastimado. Es algo triste.

Me considero una persona solitaria, no más. O más o menos como decía Charles Bukowski "Me gusta la gente con mentes rotas y con destinos rotos. Están llenos de sorpresas y explosiones. Me siento bien entre marginados porque yo soy uno de ellos." Es algo difícil pero ahí está lo mejor.

A primera instancia me agradaste, no eres como las personas que trato y eso te hace diferente. Lo diferente atrae.

Espero tener respuesta. Un abrazo fuerte (abrázame fuerte, lo necesito).

P.D.: Jamás creí que alguien en una conversación me citara a J.P. Sartre.

13 de junio de 2014

Alguien escribió

“La mente es su propio lugar, y en sí misma hace del infierno un cielo y del cielo, un infierno”.

12 de junio de 2014

No es comparación

Para ti no tengo frases ni palabras bellas o poéticas; tampoco prosa barata. Sí, no tengo eso para ti, después de todo no me has dado más que material realista y un montón de cosas para pensar que hasta aquí ha llegado nuestra historia. 

Carta I

¿Sabes?, yo tampoco diría ser la mejor para iniciar esta clase de cosas. Uno nunca sabe por dónde comenzar porque luego es inevitable cuestionarse si estás siendo aburrido o poco interesante. No es como antaño cuando recuerdo que estaba de moda esto de los chats o el messanger y entonces iniciabas siempre una charla de la misma forma "Hola, cómo estás, ¿qué música escuchas?" y resulta que a uno le parecía de lo más normal y nada aburrido o trivial. 

A mi hoy en día me lo parece, mucho. 

Creo que soy una persona que dialoga más con los extraños, es como si de pronto todo lo sincera que me gustaría ser no pudiese aplicarlo con las personas que tengo más cerca de mi; ciertas cosas claro, pues siempre hay excepciones. 

Y aún así, los últimos años de mi vida siento que me voy quedando sola, que ya ni siquiera los extraños pasan a convertirse en personas constantes y que de pronto ya no puedo hablar con nadie; no soy una persona antisocial por cierto, no es esa la impresión que me gustaría dar. Creo que ahí está el problema, soy bastante social, pero sólo de relaciones superfluas y llega un punto en que te aburres de eso. Quieres historias significativas y no sólo historias que representen un recuerdo gracioso. 

Y aquí es cuando el bloqueo llega ipso facto. No quiero continuar con cosas como que me gusta escribir novelas románticas, ni que en estos momentos odio que llueva en mi ciudad porque no puedo salir a patinar a causa del agua. Tampoco quiero escribir cosas como que estudio Derecho (o al menos intento sacar la carrera) ni mucho menos contarte que acabo de convertirme en tía. 

Ya lo vez, a simple vista pareciera que mi vida es completamente normal, pero he de suponer que eso es un pensamiento meramente subjetivo, después de todo yo jamás me he considerado alguien normal, al menos no dentro de mi cabeza. 

Quisiera ser mejor con las palabras en este primer correo, aunque dudo que alguna vez consiga capturar la esencia o la pasión que denotaba Sartre en sus triviales cartas a Simone de Beauvoir; no siempre se tiene lo que se desea ¿no?, pero al menos tenemos el consuelo de que podemos seguir intentándolo. 

Un abrazo, espero con ansias tu respuesta. 

Pd: Si consideras que hay un exceso de comas en este fragmento, sí lo sé. Tengo un serio problema con ellas. Ja!.

11 de junio de 2014

Las noches han vuelto a ser mis enemigas

No sé muy bien como seguir adelante. Hay tantas dudas que me turban la mente, el caminar. Siento que voy cayendo lentamente y a la vez que voy en picada; ya lo he dicho antes, mi vida se me pasa como un flash ante mis ojos. Y es que todas las cosas buenas, a veces no son suficientes para sobre ponerlas a este constante sentimiento de abandono, de tristeza. 

10 de junio de 2014

A veces así es, más o menos

Yo sabía que las ramas
arriba llevan una vida más libre,
absolutamente aislada, casi abstracta;
pero ahora es distinto, yo también vivo arriba,
mi cabeza y los hombros se pierden
entre las hojas más altas
y hasta siento y pienso como algo
que está solo, absolutamente aislado
y no tiene raíz.

(Treinta segundos de ingravidez)

9 de junio de 2014

Haz llegado

Puede que pretendamos darte una carga tan grande a ti, a penas a un par de horas de tu llegada, pero es justo y necesario. Tu tan inocente no sabes lo cuan feliz que haces nuestras vidas.


3 de junio de 2014

1 de junio de 2014

La secta

“La secte, c'est une fleur magnifique au parfum agréable qui vous laisse pénétrer en son sein pour vous donner l'illusion du bonheur. Une fois dedans, le piège se referme. La secte est une plante carnivore”.

La secta es una flor magnífica de perfume agradable que los deja penetrar en su seno para darles la ilusión de la felicidad. Una vez dentro, la trampa se cierra. La secta es una planta carnívora”.

28 de mayo de 2014

Me han matado, en todos los sentidos.

Me han matado, él lo ha hecho.
Él y él. 
Ellos. Incluso también ella.
Todo el mundo.

Caigo tan seguido últimamente que incluso hasta me da miedo.

Y aun así creo que no se creado la bala que pueda matarme, ellos solo se aseguran de dejarme en coma un momento para luego volver a atacar. 

Y es en este momento cuando todas las canciones me recuerdan a él. Cuando deseo no volver a hablarle a él y cuando no siento más que odio por ella. 

27 de mayo de 2014

Yo quisiera estúpidamente

Y en momentos como estos es cuando yo quisiera...

Estúpidamente, muy estúpidamente,

Tener y tenerle en Facebook.

No sé si reír o llorar.

26 de mayo de 2014

Pareciera ser que

Me he ilusionado demasiado, más de lo que quise en un principio. Me he ilusionado y ahora pareciera que me tienes en tus manos. 

23 de mayo de 2014

Demasiada coincidencia, demasiada.

Parece obra del destino. Eso es lo que él dijo. Y sea o no obra de los astros ya comienzo a inquietarme porque él simplemente no sale de mi cabeza. ¡Lo odio por ello!, debería odiarme más a mi misma. Aún así, fue una día casi perfecto. Es impresionante como una persona influye tanto como para que tu seas capaz de catalogar tu propio día de casi perfecto. Es que de verdad es demasiada la coincidencia, encontrármelo allí o en el sitio que fuera, si al final el lugar físico es lo de menos. De verdad me gustaría que fuera obra de los astros, espero que esta vez no estén en mi contra.

¿De verdad lo piensas?

Es el destino, escribió él rápidamente. Antonela esbozó esa sonrisa idiota y tras leves segundos tecleó rápidamente lo más estúpido que se le ocurrió. 

Ella podría haberle coqueteado, haberle seguido el juego, pero no. Va y le corta el rollo.

A veces Antonela me da tanta risa como lastima. Quizás debería conseguirle unas clases de asesoria para futuras relaciones amorosas. 

de todas formas, realmente habrá sido el destino?, es decir, Antonela jamás se encuentra con nadie en la calle ni mucho menos después de hablar sobre esa persona, sobre lo que pensaba de él y sobre la incipiente atracción que comenzaba a sentir. Puede que de verdad haya sido el destino. 

¿De verdad él cree que fue obra del destino? Yo no estoy muy segura de que él lo crea fehacientemente, ya me imagino lo que ha de pensar Antonela. de seguro no piensa nada. 

22 de mayo de 2014

4. Equilibrio

Las bastallas fueron inminentes y desgarradoras. Podría haber caído en combate pero al parecer el destino se las arreglo para darme la fortaleza y la templanzanecesarias. Supongo que mis instintos más animalisticos salieron flote porque la sangre que emano de aquella lucha infernal en más de una ocasión me hizo entrar en frenesís, me sacie a más no poder y volví a renacer como la bestia que fui desde que tenía conocimiento. 

Nadie podía recriminarme nada, después de todo no era más que una aberración y resultado de la codicia humana, de los propios seres mágicos que no se habían conformado con el poder que la naturaleza ya les había otorgado.

Reconocí a lo lejos al joven Eric, casi moribundo. El en alguna oportunidad había sido un humano y aquello no estaba lejos de la realidad actual, llevaba muy poco tiempo como nosotros, como los demás. Pero tenía un buen futuro por delante y ahora era libre de vivir entre la justa armonía que su raza podía ofrecerle hasta que alguien más llegara a perturbarla, pero estaba segura que para ese entonces él ya no me necesitaría.

Le sentí aproximarse; el último intento de Akios por asesinar a quien era una especie de sobrino; si asesinaba a Eric estaba claro que él sería quien tendría el trono que tanto anhelaban todos los de su especie. Allí me di la vuelta y ambos nos guiamos en una lucha campal, de eternos minutos y sin contemplación alguna, sin sutilezas; ambos anhelábamos tanto la muerte del otro que incluso podía hasta sentirse en el ambiente el odio que nos profesábamos. De no ser porque estábamos heridos tras días de intensa guerra, habríamos durado más en esa lucha individual. Entonces y sin apegos ni remordimientos lo partí en tres, terminando con su vida para siempre. 

Esa fue mi ultima contribución antes de caer rendida al suelo. Mis ojos se cerraron recordandoles a todos quienes había conocido durante este tiempo. 

Las criaturas fueron retornando a sus hogares después de sopesar las bajas, después de asimilar quienes habían sido vencedores y quiénes no. Otros tomaban a los prisioneros y liberaban a los suyos, así se torno aquella vieja tierra de sabiduría, que en menos de dos años había visto las dos guerras mágicas más poderosas de toda la historia. Eric cedió su trono a una vampiresa poderosa y justa que había luchado a su lado, él claramente no se sentía capacitado física ni emocionalmente respecto de esta vida mágica. Pero aquella vampiresa se comprometió a estar a su lado eternamente hasta el día en que él estuviese listo para reclamar su lugar. 

Eric me pidió que no me fuera, como dedujo que haría, ahora que todo había regresado a la normalidad; sin embargo, no le respondí más que con una leve sonrisa fraternal. El sabía, que yo jamás dejaría de ser un ser errante, porque si bien podría estar en paz conmigo misma, no había un lugar que me destinara a asentarme, si estaba condenada a vivir eternamente al menos debía ser con propósitos y esos sólo los hallaría buscando cualquier cosa, tal y como había conseguido sobrevivir hasta ahora, por lo pronto, sólo necesitaba alejarme de lo que tantos lasos extraños me había provocado; lealtad, compañerismo, protección, había aceptado internamente que era capaz de sentir, pero no por eso quería seguir ligándome a lo que podía llevarme a la perdición, no al menos ahora que sentía que mi última misión se había completado al fin, ya que entonces podría descansar internamente, hasta que el destino se compadeciera y me dejara cerrar los ojos para siempre.

Liquidez

Cuando el mar y la mar se enamoraron
nació un delfín con la sonrisa puesta
y en lo oscuro más hondo de la noche
creció con un extraño resplandor

cuando el mar y la mar se separaron
el delfín se asomó a la superficie
y poco acostumbrado al abandono
contó su breve historia a las anguilas

se fue el mar hacia el norte en busca de algo
la mar hundió en el sur sus languideces
y el huérfano delfín contrajo el vicio
de asomarse al calvario de los hombres.

3. Verdad

La celebración parecía ir a normalidad. De entre los invitados había un grupo bastante pluralista de razas, unos más sospechosos que otros e interesantes, hasta que el rostro de mi objetivo apareció frente a mis ojos. Le seguí cautelosamente y no obstante ello él se percató de mi presencia. Fui ingenua al considerar que él me diría así como así lo que sabía sobre mi raza y entonces el caos comenzó a desatarse. En un segundo me vi obligada a ser parte de un bando, me vi obligada a elegir un bando de los que en realidad no sabía nada. 
Claramente mis intereses debían ser salvaguardados. 

Allí se planeaba una revolución en contra de la realeza y si aquel rey era derrotado,entonces la gran pista se esfumaría de mis dedos; hicimos un trato, yo le ayudaría a cambio de la información. 

Fue una extensa batalla y poco a poco descubrí mi existencia, de cómo una criatura de la misma naturaleza que yo había escapado con la ayuda de una pareja de esclavos humanos a cambio de salvar a su pequeño hijo hechicero, llevándome como prueba invaluable de nuestra existencia. Ella abandonó en los bosques al recién nacido y convivimos ambas por años, ella como mi maestra pensando que con nuestra naturaleza única tendríamos lo que quisiéramos; un día las diferencias se hicieron notorias, por alguna extraña razón yo no pude seguir sus anhelos y ella al parecer lo supo; después de una pelea con un grupo de lobos ella simplemente me abandonó.

Aquel sujeto fue el clavo para que yo recordase todo y terminó siendo un gran camarada. Luché junto a él, confié en más de una ocasión en sus palabras, incluso más, nuestras mentes terminaron en una extraña conexión que jamás se esfumó, pero que fuimos capaces con el tiempo de hacer como si  no existiese. 

Hace años que no intento saber que piensa, aunque reconozco que a veces extraños sentimientos me invaden y sé que no son míos. Resulta extraño que logre sentir, considerando que luego de aquellos días en aquellas ruinas encantadas yo descubrí no ser más que un ser nacido gracias a la magia negra, un experimento del cual era el único vestigio sobreviviente. No era más que una reliquia.  

Recordé todo lo sucedido cuando la profecía estalló y cuando decidí luchar por la causa que al momento de mi creación me habían impuesto destruir. Así mi compañero de lucha acepto su derrota y con un leve movimiento de cabezas nos despedimos sin más. No estábamos destinados a seguir un contacto siquiera como amigos, ambos éramos demasiado egoístas y solitarios como para cambiar nuestra forma de vida, sobre todo considerando que ninguno de los dos iba jamás a conseguir lo que quería.

Talbot me encontró allí, moribunda, como muchas veces antes. Había descubierto la verdad sobre el asesinato de su hermana y yo no me sorprendí por eso; estaba agotada y por primera vez maldecía la eternidad de la que gozaba. Él tampoco fue capaz de cuestionarme demasiado, simplemente me llevó con él, y dijo que esperaría hasta que yo consiguiese aceptarme junto con mi pasado.

Nuestra paz duró algún tiempo hasta que fue traicionado por su propio clan y asesinado a sangre fría; querían su trono y para ello aún quedaba un obstáculo, su nieto, a quien hacía poco más de un año él mismo había convertido. 

Yo pensaba que definitivamente mi existencia no estaba ligada a la felicidad o algo similar, pero entonces comprendí que aunque hubiese sido parte de un mero experimento no podía rendirme en mi búsqueda de lo contrario nada quedaría. Decidí ayudar al joven vampiro Eric, porque Talbot lo hubiera querido de ese modo y porque sus hermanos, jamás me habían caído bien.Los iba a matar uno a uno, por Talbot, por Eric, por mí. 

2. Independencia

Talbot el vampiro decidió convertirse en mi compañero de viaje. Eramos completamente opuestos pero yo en algún momento comencé a necesitarle. Él a diferencia mía huía de su origen y de su destino. 
Intentó en un principio llevarme con los suyos pero no conseguí adaptarme así como ellos tampoco consiguieron adaptarse a mí; Talbot parecía ser siempre el único capaz de soportarme. 

Si bien tardé en confiar en él cierta dependencia comenzó a formarse en mi ser respecto de su persona, fue un alivio cuando se marchó conmigo. Él me instruyó por años sobre el actual mundo en que nos encontrábamos; descubrí que la sangre me saciaba más que el alimento convencional y entonces los frenesís disminuyeron; aprendí a controlar mi fuerza de voluntad, mis habilidades y la lucha; si queríamos sobrevivir en el mundo actual debías ser un guerrero. Talbot lo era y yo también. Era nuestra naturaleza. La guerra, la lucha, la violencia; todo estaba inherente en nosotros. 

No obstante había algo. Talbot a pesar de ser un hombre muy fuerte sabía que yo le superaría en un enfrentamiento, yo también lo sabía y es por ello que sentía miedo de lastimarlo, como aquellas veces en que mi temperamento y frustración me dominaban y perdía el control de mis actos; yo no podía distinguirle como mi aliado en esos momentos y mi compañía sólo le llevaría a un fatal destino. 

Por ello, cuando me pidió por segunda vez que me uniera a su clan me rehusé, por su propio bien. Había aprendido todo gracias a su compañía, incluso sobre sentimientos, supe que le amaba cuando decidí poner su vida antes de lo que yo deseaba, cuando decidí que él debía encontrar su paz y felicidad y para ello debía de alejarse de mi porque yo no sería capaz de mantenerme en ignorancia, ni siquiera por amor. 

Entonces me fui de su lado.   

En occidente descubrí sobre los elfos oscuros. Mi procedencia parecía ligarse a la de ellos pero nada podía confirmar mis sospechas. Talbot era insistente, él pensaba que no me daría cuenta de su seguimiento aquellos años, pero lo cierto es que siempre lo supe; siempre supe que me mantenía vigilada. Por ello no me sorprendió el hecho de que me encontrará tras esa infernal lucha con los ogros. Me tomó moribunda entre sus brazos y aún así yo era capaz de rechazarle sabiendo que muy pronto necesitaría de su ayuda, porque en ese entonces había una pista significativa, la que por una extraña razón me llevaría a la verdad. 

La coronación de una joven bruja, el nombre de un antiguo rey. Sabía que llegar sería fácil pero tranzar por la información era otra historia. Lo primero era lograr alejar a Talbot, no podía arriesgarlo a lo que me esperaba aquella noche; él simplemente debía seguir su camino desligado de mí y entones le pedí que no me buscara ni me siguiera a lo que él se rehusó. No sé si fue cosa del destino o una simple coincidencia, pero la excusa perfecta para alejarle llegó. 

La muerte de una de sus hermanas y las calumnias de los otros de que había sido mi culpa fueron suficientes como para que Talbot quedara anonadado por un par de horas. 

Por un momento fui una asesina en la mente de Talbot y por mucho que yo quisiera protegerle, sabía que aquella decisión lo dañaría considerablemente pero no podía flaquear, por que lo principal era descubrir la verdad sobre mi vida y también mantener la seguridad de él. 

Entonces aproveché su ira para marcharme, con un extraño sentimiento que podía catalogarse como tristeza, porque muy en el fondo yo sabía que aquella respuesta que encontrase en aquel castillo, no sería una buena respuesta.

21 de mayo de 2014

1. Nacimiento

Desperté con el sentir de la lluvia sobre mi cuerpo. Las gotas de agua dulce recorrían cada parte de mi ser y enjuagaban la sangre que emanaba de mis heridas; yo podía sentirla brotar de mi interior, de mi boca, de mis manos; podía olerla. No veía más que oscuridad y aún así podía sentir que era sangre; mi sangre. 

Inconscientemente mi mente se concentró en el único recuerdo latente, no sabía que era un recuerdo. No podía abrir los ojos por temor a que esa sucesión de imágenes de pronto representaran la realidad. No me atreví a abrir los ojos. Gritos, muchos gritos se escuchaban y sólo un resplandor rojizo se alzaba frente a mi, luego, nuevamente la oscuridad. Así era siempre, o al menos eso creía. 

Volví a despertar y no llovía; sólo se escuchaba el trinar de los pájaros pero no estaba segura de que realmente fuera aquel el sonido, porque ¿desde cuándo podía asegurar que había escuchado cantar a las aves?, bien podía tratarse del sonido de la muerte viniendo al fin a recogerme, eso si es que ya no estaba muerta. Al fin de cuentas, ni siquiera el sonido de mi voz podía recordar. 

No estaba segura de nada y por alguna extraña razón no podía estarlo. 

Abrí mis ojos y observé a mí alrededor; la vegetación abundaba y  todo era completamente verde; allí me encontraba sin recuerdos y sin memoria sobre quién y qué era. Alcé mis manos y pude observarlas. Un pánico inexplicable se inundó en mi cuerpo. Estaba temblando con tan sólo observar mis manos como si de pronto ellas fueran portadoras de una horrible verdad, por eso las dejé caer a mi lado. Entonces, por primera vez desde que podía recordar yo era consciente de mi cuerpo, consciente de que tenía extremidades, de que mi cuerpo a penas y respondía debido a lo cansada que me encontraba. Era consciente del cansancio. 

Era consciente de todo, y a la vez de nada.  

A penas logré ponerme en pie. Mis ropas estaban rasgadas y sucias a causa de la humedad y el barro del suelo y no podía explicar el porqué parecía haber salido de una especie de campo de batalla. La tela negra se apegaba a mi piel aferrándose como si fuera su ultima oportunidad de sobrevivir, aún así no era consciente de hacía cuanto tiempo portaba esas prendas; debía de ser hacía mucho, porque el vestido ya no lo parecía, poco quedaba de lo que seguramente había sido en su momento. Inspeccioné todo lo que además portada, un anillo con una extraña inscripción; no era capaz de saber lo que allí decía. También llevaba conmigo un cuchillo con una empañadura de oro. Lo guardé en la bota y caminé. 

Mi mente era un completo caos y yo sentía una considerable confusión emocional. Comenzaba a desesperarme por no comprender qué había ocurrido y entonces sentía que una furia se apoderaba de mí y no podía evitarlo, sucumbía en mi cabeza un instinto desesperado por tranquilizarme y dejar de sentir esa despreciable ignorancia y debilidad; luego la oscuridad volvía y yo ya no sabía qué había ocurrido pues al despertar me encontraba aún más lastimada y más confusa. 

Esos fueron los primeros recuerdos que albergó mi mente, los lapsos en que yo parecía despertar de un trance que mi mente no era capaz de comprender.

El tiempo transcurrió y lo cierto es que nunca comprendí como pude controlar esa furia interna, yo era una criatura errante en un mundo de criaturas mágicas, una criatura que por más que intentaba averiguar algo de sí misma no lograba asimilarse a ninguna otra raza existente. Viaje por muchos lugares sola, perfeccionando mi supervivencia, mis fuerzas y las habilidades que yacían inherentes en mi persona, descubrí que después de semanas sin alimentarme, los trances volvían a ocurrir y al despertar me sentía saciada, pero agotada y malherida; no necesitaba dormir, pero sí pasaba a veces, semanas completas refugiada en alguna cueva solitaria intentando controlar la impotencia que se albergaba en mi por no saber siquiera como alimentarme o cómo controlar esas lagunas mentales que me dejaban inconsciente quien sabe por cuanto tiempo.

Todo cambió cuando después de despertar un día de mi habitual inconsciencia. Le vi frente a mí observándome con curiosidad. Mi cuerpo se tensó ante su presencia y mi posición de alerta no pasó desapercibida por él, tardamos interminables minutos en comprender que éramos inofensivos, ambos estábamos gravemente heridos. 

Su nombre era Talbot Conwell, un vampiro aristócrata al cual yo había atacado en mi momento de frenesí; me dijo que yo era un híbrido, seres que nacen de la unión de dos razas pero que sin embargo, era la criatura más extraña que él había visto hasta entonces; dijo que jamás había presenciado ni escuchado sobre un mitad elfo mitad vampiro, que prácticamente era inconcebible. 

Así lo explico él y yo no supe si creerle o no, pero consiguió que me quedara a su lado por mucho tiempo. 

A propósito de la sonrisa estúpida

Cuando le vi la primera vez no me llamó en lo absoluto la atención, como cuando alguien te habla y no te interesa en lo más mínimo. La segunda vez sí, y así comenzó a importarme ya para la tercera vez el querer estar en su compañía. No era querer estar en su compañía porque me gustara o por esas cosas cursis que siempre mi tonta mente piensa, pero si me llamaba la atención. Luego se fue;  yo me pregunté sin mucha preocupación si volvería. No volvió. Lo cierto es que sólo hasta unos días se presentó la oportunidad de contactarlo y lo hice, más que nada en un plan de cordialidad, creo que no tenía ni una intención oculta al respecto. Y así es como todo, absolutamente todo se gira en mi contra, porque ahora pienso mucho en él y me la paso el día preguntándome qué estará haciendo o si va a volver a enviar un mensaje por el whatssap. Y es que odio ser tan enamoradiza, porque cuando la sonrisa estúpida en el rostro se hace presente en mi persona, todo se va al carajo. Yo no iba a ilusionarme, y resulta que en algún segundo comencé a hacerlo y sé que esto simplemente pasará y que él y yo volveremos a convertirnos en dos extraños. Y lo cierto es que no quiero que suceda.

Esto no es ingenuidad

Sé que soy idiota con los hombres, lo tengo demasiado claro, pero no puedo no emocionarme solo un poco cuando él parece mostrar cierto interés. De seguro yo lo muestro y él se ha dado cuenta porque lógico que he de ser demasiado evidente, pero no me culpen ni me juzguen si no me hace feliz el hecho de que (un poco por medio de indirectas), él me haya invitado a salir. No es que haya sido la invitación más formal ni romántica ni de todas esas cosas, fue solo una pregunta, hasta incluso puede pasar por una vil invitación social amistosa. Pero eso, y todo esto no me importa porque simplemente quiero seguir riéndome tontamente.

20 de mayo de 2014

Sinceridad

No quisiera aparentar algo que no soy. De verdad no quisiera. No al menos contigo.

No es que quiera aparentar algo que no soy verdaderamente, lo que sucede es que la mayor parte del tiempo no sé muy bien quien soy en realidad.

19 de mayo de 2014

Eir Asgrimdottir.


Tenía 16 años cuando mi padre se murió. Se fue sin más una mañana del 23 de noviembre luego de dejarme en la escuela como cada día. Dijeron que había muerto de forma instantánea por lo que no había sufrido, pero yo no me lo creí jamás. Porque no podía creer que su rostro desfigurado por el impacto del choque no le provocasen siquiera la sensación de pánico de que iba a morirse. No era concebible.

No le vi el rostro desfigurado, no me permitieron hacerlo así que su ultimo recuerdo debería de haber sido el de esa mañana en cuando me beso la mejilla y me dijo que me amaba.

"Hei, haz que Phetersson se cagué en sus pantalones de la emoción" había dicho al momento en que salí del coche. Yo solo había entornado los ojos ante su tan característico ánimo "Mucha mierda, Eir" finalizó con la voz elevada por sobre la ventanilla mientras que yo salía de espaldas con el bolso al hombro y elevaba mi mano con el pulgar alzado. La noticia me llegó antes de que pudiera presentar mi composición, la primera de verdad. Dijeron que tan sólo me había desmayado y que cuarenta minutos después, desperté.

No recuerdo haber llorado hasta el día en que hablé con Geir sobre él, aunque técnicamente él me obligó a contárselo y la verdad, es que he de suponer que él simplemente ya lo sabía para aquel entonces.

Yo podía soportar la jodida muerte de mi padre, podía soportar odiar a mamá y podía soportar que mi familia creyese que era una cría que desperdiciaba su vida. Pero no era tan fuerte, no fui capaz de soportar que Geir me mintiera, ni mucho menos pude soportar no saber todo sobre él como él lo sabía de mi. Me hacía sentir vulnerable, débil y yo, yo no quería jamás volver a ser débil frente a alguien. Por eso, esa noche luego de que hiciéramos el amor y durmiera abrazado a mi, me solté de su agarre a primera hora de la mañana y me marche; me marche lejos de él. 

11 de mayo de 2014

De eso que se repite a menudo

¿Cómo se supone que voy a sobre ponerme a todo esto que hay en mi espalda?, ya sé que soy una cobarde, una persona que se la pasa quejándose de lo que  le sucede y que hace poco y nada por remediar las cosas; a veces soy así no podría mentirme a mí misma. Es sólo que me gustaría un poco de ayuda que no implique tener que buscarla yo misma. Es la soledad la que me derrumba; siempre lo ha hecho. 

8 de mayo de 2014

No es lo mismo, pero es igual.

Sabes, Antonela y yo nos hemos acabo de percatar que hoy es tu cumpleaños. Incluso ante la duda que se embargó en el pensamiento de ambas, yo en lo personal me di la molestia de corroborarlo; Antonela no estaba de acuerdo.Y creo que ahora sé porqué, considerando que ella te quería tanto. No pudo ser sino porque me encontré con demasiado, me encontré llena de recuerdos y de palabras que pensé que había olvidado y que estoy segura de que Antonela aún los rememora inconscientemente en sus sueños. Me siento un poco mal por hacerle volver a esto,  por hacerle recordar. Pero supongo que estas cosas pasan cuando tu vuelves así como de la nada. 

Es lindo que hayas vuelto, creo que ella siempre te ha necesitado. tal vez incluso más que yo. 

Feliz cumpleaños, Gonza. 

Sólo se está

Hay una ligera impresión no tan solo en la mente sino también en el corazón - de pre adolescente solía representar los corazones con símbolos en vez de palabras -, en el corazón y en la mente hay ese grito desesperado que es silencioso, que el silencio que lo significa tanto para ese grito va haciéndose cada vez más y más fuerte. Allí es cuando aparece el blanco, o el negro o simplemente podría tratarse de cualquier otro color (por que no azul o amarillo), ese color que no es más que la nada. El sistema está haciendo corto circuito en el todo el cuerpo y hasta ahora no se había percatado.

27 de abril de 2014

Una carta de amor

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo

como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía.

Todo eso que es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.

No me des tregua, no me perdones nunca...


No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostigame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante; tálame como un sílex, desespérame.



25 de abril de 2014

Es un hecho

Antonela tiene una sonrisa estúpida en el rostro. Sí, aquella sonrisa estúpida en el rostro.

Es absurdo que vaya a tropezar con la misma piedra nuevamente, pero también es inevitable. Supongo que le gusta no aprender sobre ese hecho tan especifico. Es que debe ser masoquista, sí, esa debe de ser la explicación.

Por que se va a arrepentir. Todo el mundo lo sabe, los astros, las estrellas, yo lo sé y finalmente ella. Sobre todo ella.

24 de abril de 2014

¿Por qué has vuelto?

No es justo que llames.

No es justo que llames como si nada cuando yo ya ni te recordaba como los últimos días.




23 de abril de 2014

Lo sé

Mi hermano podía intentar averiguar lo que me estaba ocurriendo. Obviamente no iba a decirle lo que sentía incluso si eso me ayudaba a averiguarlo. Ya me había ablandando lo suficiente en mi cabeza como para querer comenzar a exteriorizarlo. 

Y aún así, no lo comprendía; esto, no comprendía el por qué de esto. 

No comprendía el porqué de un momento, segundo, instante a otro tu estabas presente allí. En el único sitio que siempre me había pertenecido solamente a mi. Mi mente. 

Bastaba notar que mi respiración se aceleraba más de lo que pudiese recordar jamás cada vez que estabas allí o que debiendo estarlo no lo estabas. Y es que lo cierto es que ya lo sabía todo, no comprendía, pero si lo sabía. 

Todo. Absolutamente todo.  

Desde el primer instante en que vi tus ojos, desde la primera vez en que sentí aquella preocupación, desde el primer momento en que odié tu arrogancia extrema. Desde todos esos primeros momentos supe que iba a odiarte por convertirme en algo que nunca había querido ser, por hacerme sentir que eso que se supone es tan maravilloso se  convirtiera en un martirio absoluto, en algo que sólo me haría dudar de quien se suponía era. 

Lo sabía, siempre lo he sabido, sabía el motivo pero no estaba lista para aceptarlo. No sé si lo estaré algún día, porque ese día aceptaré que me hayas convertido en alguien vulnerable por ti.

Y eso, eso simplemente no puedo aceptarlo.

22 de abril de 2014

Despedida en una estación del tren

A unos cuantos metros en el cielo se elevaba raudo y feroz la tela blanca; salvaje y libre como su propia esencia lo permitía; como la esencia que toda vida había ocultado bajo la apariencia delicada de un pañuelo de dama antigua. Se mezclaba con los danzares de la briza invisible, como en una coreografía de la más importante compañía de teatro, como si de pronto la gravedad ya no existiera más.

16 de abril de 2014

Anillos de ceniza


Son mis voces cantando
para que no canten ellos,
los amordazados grismente en el alba,
los vestidos de pájaro desolado en la lluvia

Hay, en la espera,
un rumor a lila rompiéndose.
Y hay, cuando viene el día,
una partición del sol en pequeños soles negros.

Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta,
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio.

Te lo aseguro

Te aseguro que no voy a dejarme superar. Te aseguro que este no será el inicio para recordar un año de serrar lágrimas. 

9 de abril de 2014

Los bombarderos

Nosotros somos América.
Somos los que rellenan los ataúdes.
Somos los tenderos de la muerte.
Los envolvemos como si fuesen coliflores
La bomba se abre como una caja de zapatos.
¿Y el niño?
El niño decididamente no bosteza.
¿Y la mujer?
La mujer lava su corazón.
Se lo han arrancado y se lo han quemado y como último acto lo enjuaga en el río.
Este es el mercado de la muerte.
¿Dónde están tus méritos, América?

Anne Sexton

5 de abril de 2014

Así son las cosas

Y Antonela llega a la nefasta conclusión de que todo lo que siente y ha sentido siempre es absolutamente inexplicable. Es lamentable, pero cierto. 

Jamás ha tenido el control de su vida y cree, que teme absolutamente conseguirlo. 

En realidad, es sólo una verdad absoluta. 

30 de marzo de 2014

De primeras veces

La primera vez que Raúl confundió sus sentimientos fue cuando Mónica descubrió que el padre de éste había fallecido. Cecilia era una madre moderna, liberal, pero poseía su genio de furia y en más de una oportunidad terminaba discutiendo con su hijo de par a par, como lo hacen dos adultos.  De las pocas veces que ella había ido a su casa y conocido a su familia no se atrevió a hacer muchas preguntas, como quién era el padre de Ignacio, el hermano pequeño de su amigo, y agradeció a la vida no haberlo hecho nunca pues en medio de una conversación trivial y sin querer se enteró que Raúl Vergara padre, había muerto a principios de aquel año.  

Su poder de improvisación fue tal que Cecilia nunca supo que su hijo Raúl había mentido en algo como aquello invitándola incluso, a una misa que se realizaría por los cuatro meses desde su defunción. Mónica no fue capaz de negarse.

—No te sientas presionada, si no quieres ir no debes hacerlo, al final de cuentas tu ni siquiera conseguiste conocerlo. Y yo sé cómo es hoy en día la juventud sobre la religión y sobre Dios…

—Señora  Cecilia, no se preocupe. No me incomoda ir.

—Gracias querida, es sólo que Raúl parece estar tan a gusto contigo y él no habla mucho sobre su padre desde que todo esto ocurrió. Me preocupa un poco, ya sabes. Pienso que quizás a ti te haya contado algo más. Me gustaría que se sintiera acompañado ese día, eso es todo.

—Descuide, estoy segura de que Raúl piensa mucho en su padre, más de lo que aparenta.

Y algo de razón tenía Mónica en ello. Raúl pensaba casi todos los días en su padre, por pequeños instantes de tiempo y cuando se encontraba solo y sin nada más carcomiéndole la cabeza. Raúl no conseguía superar la muerte de su papá, había escondido por mucho tiempo sus sentimientos y había optado por el olvido pero no terminó resultando del todo bien, porque allí siempre estaba su madre y el pequeño Ignacio para recordarle que hace poco menos de medio año, su padre se había muerto.
Cuando Raúl supo que Mónica se había enterado de la verdad, se sintió como el ser más horrible en la faz de la tierra. Se peleó con su madre diciéndole que era muy entrometida y qué no era necesario que ella anduviese divulgando lástima ante sus amigos; Raúl no era estúpido, bastó con la forma en que las palabras salieron de la boca de su madre para darse cuenta de que Mónica no lo había delatado. Pero aún así, ¿Quién mentía sobre la muerte de su propio padre? Le había mentido a ella  con el ánimo de que se sintiera mejor por su propio drama familiar, pero aún así, muy en el fondo sabía que lo había hecho más que por ella por él mismo. Era un cobarde, siempre lo sería.

Después de caer en su propia mentira, Raúl no tuvo más solución que darle una explicación a Mónica. El sintió la necesidad extrema de hacerlo puesto que durante los dos días siguientes ella no sacó el tema a colación ni hizo ademán de enterarse de lo que en verdad había ocurrido. Para Raúl tal vez hubiese sido más simple que ella preguntase, y el que no lo hiciera no tuvo más efecto que carcomerle el cerebro como si de una tortura se tratase. Se armó de valor, y decidió que le diría la verdad; quizás así ella reaccionase y lo mandara a la mierda, como se lo merecía, después de todo, si no lo hacía por ella al menos debía de hacerlo por su padre, por su recuerdo y porque era la primera vez desde hacía mucho que sentía unas ganas incuestionables de explicar la verdad.

—Tenemos que hablar —dijo él dejando de escribir repentinamente. Se giró sobre su asiento en el pupitre como para llamar su atención. Mónica inalterable como siempre seguía con la mirada al frente copiando  lo que el maestro anotaba en el pizarrón.

— ¿Ocurrió algo? Has estado muy raro desde ayer.

—No te hagas la desentendida. Sabes muy bien de lo que tengo hablarte.

—Está bien, Raúl. —respondió ella dejando de escribir por un instante y mirándolo por primera vez a la cara —Si quieres hacerlo está bien, voy a escucharte. Sólo quiero que sepas que no estoy esperando una explicación. No me la debes —. Raúl sólo se la quedó mirando mientras ella volvía a tomar la lapicera para continuar escribiendo. Si se lo preguntaban, Raúl no entendía muy bien lo que ella había querido decir, en realidad la mayoría de las veces él no entendía muy bien las cosas que Mónica decía, pero le agradaba quedarse escuchando sus largos argumentos y reclamos de una u otra cosa. A veces, por las noches las frases de Mónica repercutían en su cabeza y él intentaba darles una solución o una respuesta que no fuera propia de él; casi nunca lo conseguía y ahí estaba nuevamente preguntándose porque aquella chica, quién se suponía confiaba en él no estaba molesta de que le hubiesen mentido en su cara sobre algo que precisamente no era una pequeñez.   

A cinco minutos de que el timbre de salida sonase, Raúl comenzó a guardar sus cosas en su mochila e hizo lo propio con las cosas de Mónica.

— ¿Oye, qué haces? —preguntó ella con cierta gracia en el rostro.

—Ya va a sonar el timbre.

— ¿Y eso?

— Si no nos vamos a penas suene el timbre, de seguro te vas a entretener con algunos de tus amiguitos de tercero y nos atrasaremos más de lo debido.

— Suenas como un novio celoso.

—Vamos, Mónica… Sólo quiero… Quiero decirte la verdad antes de la misa que preparó mi madre. Ya lo sabes. 

 —Lo sé, tranquilo. Pero no puedo irme enseguida. Citaron a mi madre en la dirección. Ha de estar esperándome en estos momentos —El timbre de salida sonó en ese momento, Mónica tomo de las manos de Raúl su mochila y se la puso al hombro.

—Por qué han citado a tu madre ¿Pasó algo?

—No es nada grave. Nos vemos más tarde ¿sí? Estaré en tu casa a eso de las cinco.

 Y así se fue, dejándolo con las palabras en la boca. No sabía cómo expresar o canalizar lo que estaba sintiendo en ese momento, lo que había comenzado a sentir durante las últimas 48 horas. ¿Por qué razón no podía quedarse así sin más? Después de todo ella ya le había dicho que no esperaba ninguna explicación, para él sería condenadamente fácil olvidarse del asunto quedándose con las palabras de ella, justificándose en ellas. Pero no podía. ¿Quién era esta chica que de pronto se había infiltrado en su vida, desde cuándo le preocupaba todo lo que a ella le pasara? Derrotado tomó sus cosas y se marchó a casa. Hacía semanas que no se había sentido tan confundido y solo.

Tres horas después, Mónica ingresaba a la casa de Raúl. Cecilia le había convidado a pasar mientras le decía que en cosa de unos minutos se marcharían a la Iglesia y un sinfín de cosas más a las cuales Mónica asentía y sonreía más por protocolo que por otra razón. En ese momento Raúl emergió de su habitación y tomó por un brazo a Mónica arrastrándola con él de vuelta a su cuarto. A penas hubieron ingresado, cerró la puerta y le puso pestillo. El grito de Cecilia diciendo que en diez minutos llegaría el taxi se ahogó lentamente tras la puerta.

—La tarde del 5 de Febrero me peleé con mi papá. Se llamaba como yo, Raúl. Teníamos buena relación en general, pero los últimos meses no habían sido los mejores. Se molestaba a menudo porque decía que yo era un vago y que jamás sería alguien en la vida si no cambiaba. Ya sabes, lo que todo el mundo dice de mí. Esa tarde discutimos específicamente porque le dije que no quería seguir trabajando en su empresa durante lo que restaba de vacaciones. Se molestó un montón. Luego de unas horas recibimos la noticia. Accidente automovilístico.

—Raúl no es necesario…

—Le dije que lo odiaba. De verdad lo odiaba —Raúl hizo una pausa y la habitación se llenó de silencio. Mónica jugueteaba con sus dedos y lo miraba de forma cautelosa, sinceramente lo que ella menos quería en ese momento era ver a Raúl desmoronarse o algo por el estilo; ella pensó que si de pronto Raúl perdía los estribos o se ponía a llorar no sabría qué hacer. Quizás le abrazaría e intentaría calmarlo, pero si lo pensaba cuidadosamente, jamás le había gustado mucho consolar a otras personas. —La razón por la que no quise seguir trabajando con él fue porque le descubrí siéndole infiel a mi mamá. Nunca supo que yo lo sabía, pero creo que se lo imaginó en algún momento y supongo que se arrepintió. No es fácil hablar de esto, eres a la primera persona a la que se lo digo.

—Al parecer nuestros padres son demasiado complicados.

—Pero aún así no debí haberte dicho que no lo había conocido… Ni siquiera yo mismo sé muy bien por qué no te dije que se había muerto, no… no tiene lógica. Yo supongo que estaba tan enfadado con él que… No sé cómo explicarlo.

—No es necesario que me expliques nada, ya te lo he dicho. Cuando estés listo para hablar sobre ello, simplemente será el momento, no deberías forzarte a desenterrar esos malos recuerdos, sobre todo si no estás listo para enfrentarlos —dijo Mónica cuando Raúl había intentado explicarle algo que ni él sabía cómo hacer y a pesar de que estaba sumamente confundido sobre lo que trataba de decir con palabras, se cuestionaba internamente el hecho de que no podía comprender la actitud de su amiga, ella cada día se mostraba más y más perfecta y eso era demasiado para una persona como él, lo único que esperaba de ella era que se comportase como una persona normal; que le llenase de preguntas estúpidas y sin sentido; que le recriminara el hecho de haber traicionado su confianza; que lo creyera un maniático con serios problemas mentales; que reaccionara con actitudes propias de sus edades, como no dirigiéndole la palabra durante días o llorando por la mentira de tal magnitud como aquella; Raúl no estaba acostumbrado a tanta comprensión y eso le desesperaba, porque no lograba determinar qué era lo que provocaba Mónica Godoy en su persona, jamás había sentido algo que no pudiera comprender y estaba seguro que no quería que fuese el típico amor de quinceañeros. No quería.

— ¡Mierda! ¡Ese es tu problema Mónica! ¿Acaso no me dirás nada por haberte mentido? Por qué tienes que ser tan… ¿Por qué logras confundirme? ¿Por qué logras hacerme sentir que soy especial?

— ¡Porque eres especial! Lo eres para mí y quiero que confíes en mi Raúl. Y para eso no puedo obligarte a que me cuentes todo, no creo tener ese derecho y si tú no sabes la respuesta a algo cómo se supone que voy a exigírtela. Yo, yo también tengo mis secretos.

—Eres patéticamente tan perfecta, que me desesperas, jamás consigo entenderte.

—No exageres porque sabes que no... —Ella no pudo terminar aquella frase, porque él no espero más y se dio vuelta para besarla, justo en el centro de la habitación, en secreto entre esas cuatro paredes y sin ningún testigo de por medio más que ellos mismos. Raúl tomó entre sus manos el rostro de Mónica atrayéndolo hacía él y la besó sin remordimientos, porque él necesitaba saber qué era lo que le pasaba y aunque aquel fue el primer beso de Mónica, él no lo supo hasta años después. Un beso cargado de confusión, de rabia e impotencia. Un primer beso que jamás ella pensó sería de esa forma, un beso que al final de cuentas no era un primer beso.

Una vez separados los labios y mientras que Raúl  retomaba su respiración -ya que estaba más agitado  por su enojo hacía si mismo, que por el inocente beso- guardó silencio intentando formular una respuesta ante tan repentino suceso. Ella sólo se quedo observándolo, por un lado lo suficientemente confusa y sorprendida por lo ocurrido, por otro obligándose a no confundirse ella misma por aquel beso y todo mientras gravaba en su memoria cada detalle en la expresión de ese ser confundido quien resultaba ser en ese entonces su mejor amigo. La nariz de Mónica en ese momento comenzó a picarle en un leve cosquilleo y sintió como de pronto sus ojos se humedecían. Se remordió los labios obligándose así misma mostrarse indiferente.

—Entonces, ¿Aclaraste algo con esto? —preguntó ella mirándole fijamente  de pie mientras la gota de amargura cruzaba con dificultad por su garganta al ver, que simplemente él hundía su cabeza entre sus brazos al momento en que se sentó al borde de la cama, desesperado, sin decir nada; sin atreverse a mirarla —, será mejor que salgamos de una vez, tu madre nos debe estar esperando —recitó intentando no mostrar la angustia que nació en su interior al no recibir una respuesta. Decidida se acercó al pomo de la puerta, quitó el seguro y se dispuso a abrirla.


—Cuando se trata de ti, jamás puedo aclarar las cosas —pronunció muy bajo Raúl, pero lo suficientemente fuerte para que Mónica escuchase. Ella respiró con valor obligando a sus acuosos ojos no derramar lágrima alguna.