23 de mayo de 2014

Demasiada coincidencia, demasiada.

Parece obra del destino. Eso es lo que él dijo. Y sea o no obra de los astros ya comienzo a inquietarme porque él simplemente no sale de mi cabeza. ¡Lo odio por ello!, debería odiarme más a mi misma. Aún así, fue una día casi perfecto. Es impresionante como una persona influye tanto como para que tu seas capaz de catalogar tu propio día de casi perfecto. Es que de verdad es demasiada la coincidencia, encontrármelo allí o en el sitio que fuera, si al final el lugar físico es lo de menos. De verdad me gustaría que fuera obra de los astros, espero que esta vez no estén en mi contra.

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