29 de julio de 2014

Carta VI

Manuel,

Sabes, estoy en el trabajo y me aburro un montón, Jajajaja. Eso debería hacerme feliz porque significa que no hay problemas que deba solucionar y que me pagan por no hacer nada. Pero me aburro y no tengo un computador para mi propio así que estoy o de pie o sentada leyendo a medias porque me desconcentro o conectándome cuando un computador se desocupa a la hora del almuerzo de algunos ejecutivos; como ahora.

Anoche me quedé dormida, lo siento. Me da cierta molestia saber que ahora que han culminado entre comillas las vacaciones no vamos a hablarnos tan activamente como hasta ahora, porque aunque yo estoy de vacaciones en la universidad es como si no lo estuviera en realidad, ya sabes, ahora todo comienza a agitarse y es como si de pronto volviéramos a la vida real, se me hace interesante pensar que todo este tiempo de conversaciones por wasap han sido como un sueño, uno de esos que no quieres que se acaben nunca.

¿Vas a seguir hablándome como hasta ahora considerando que vas a volver a reencontrarte con tus amigos?, es inevitable no pensar en ello al escribir este correo.

Porque, pienso en una cosa y que tiene relación con esa coraza de la cual hablas allá arriba, pienso que si Emily no te afecto tanto como esperabas, ¿qué voy a afectarte yo cuando el conocernos no es en parte, sino en gran parte, mucho más superficial?, no entiendo lo que te pasó con ella, ni es que quiera entenderlo, pero sé que quiero dejar una huella que de verdad sea agradable o desagradable o lo que sea, yo no quiero no afectarte y quiero creer que eso lo comprendes. Porque tu dices que me quieres y yo te digo lo mismo y es verdad.

Me agradas muchísimo y quiero creer que en el futuro a partir desde hoy o desde ayer o desde hace una semana, nosotros seremos buenos amigos, y no hablo de una amistad cibernética sin mucho trasfondo, hablo de una amistad real aunque nos separen kilómetros de distancia y cerca de 20 horas de vuelo.

¡Te quiero!

No hay comentarios: