Oye, A.
Después de días, unas cuantas semanas en concreto, ya casi no pienso en ti; y es cierto ese dicho que rezan por ahí, "un clavo saca a otro clavo", porque simplemente deje de martirizarme a causa de tu silencio gracias a la aparición de alguien más, que en concreto es una completa estupidez porque es como si no existiera; pero existe, lejos, pero existe.
El asunto es que a pesar de que aun pienso en que me hubiera gustado verte otra vez, leerte otra vez, ya no aprieta el estomago ni el pecho la posibilidad de que eso ocurra; tampoco el pensar que en definitiva no ocurrirá. Ya no pienso en invocarte con palabras porque ya lo hice y técnicamente tu ya no respondiste. Es decir que en realidad si tomaste una decisión, porque decidiste olvidar, así que yo también haré lo mismo. Volveremos a ser dos desconocidos que se divirtieron sin más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario