Los gritos en el aula de clases eran ensordecedores, chiquillos corriendo por el salón, gritando extasiados a la vista que ningún profesor interrumpiese la dicha que poseían en aquel momento; las niñas cuchicheaban atesoradas en los pupitres comentando aún sobre los chismes del verano que estaba a punto de culminar; tal vez sólo una persona se encontraba ausente de aquella escena; tenía los ojos sumergidos en un libro, era como si sólo su cuerpo estuviese allí porque el libro no era más que una simple pantalla. Así fue como lo percibió Raúl cuando entró por primera vez a aquella sala de clases y la vio, sin prestarle demasiada importancia a lo que había notado ya que habían cosas más importantes que hace en ese momento, como saludar a quienes se llamaban ser sus amigos. Luego de unos cuantos intercambios de palabras antes de que se instalara por completo, Raúl se percató de que el único puesto donde podría incorporarse era al lado de aquella niña; estaba claro que no sería una buena convivencia porque sin siquiera conocerla se había dado cuenta que no se trataba de alguien de su clase, de sus intereses. Tendría que conseguir cambiar de puesto con alguien, se repitió mentalmente un par de veces. Sin siquiera mirarla directamente se acercó y dejó sus cosas en el pupitre; el colegio era lo que menos le importaba en aquellos momentos y ciertamente, siempre había sido uno más del montón, su historial de pésimo comportamiento y su bajo estimulo de superación dejaban claro que él no era más que una causa perdida.
Raúl no cruzó palabra alguna durante aquel día con la chiquilla baja, morena y de mirada perdida que ahora era su compañera de asiento, pero se enteraron de sus nombres por medio de la lista de asistencia que cada profesor hacía al comienzo de las clases y también supieron por medio de la vista que vivían algo cerca ya que bajaron en la misma estación del bus cuando regresaban a casa, cada uno por su lado; no se conocieron literalmente hasta el día siguiente, porque él estaba muy ocupado haciendo reír a los demás y ella muy concentrada en no llamar la atención.
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