29 de junio de 2014

Carta IV

Manuel,

Lo primero que voy a escribir es que me siento completamente decepcionada de nuestra relación. 

Yo esperaba encontrar alguien con quien no echar raíces, un desconocido en el cual lograr mantener la solemnidad a través de los correos, contarle mis pesares y alegrías sin culpas ni prejuicios y ya nos vez, como si de pronto nos conociéremos desde mucho. 

Somos un desastre; hemos ido a por más que un simple intercambio de emails. 

Así que sí, estoy decepcionada porque como dije una vez, las cosas nunca me salen como quiero y aquí es cuando me digo que si bien esta condición ya parece algo innato en mi vida, dichas cosas que no resultan como estimo a veces consiguen dar gratas sorpresas. 
Definitivamente has sido una grata sorpresa. 

Me agradas, me inspiras confianza, me haces reír. Es como si de pronto de verdad pudiese sentir tu apoyo y eso no siempre consigo sentirlo con la gente, tal como has dicho en la carta anterior, somos selectivos con la gente, específicos respecto de con quienes vamos a interactuar, respecto de a quienes les vamos a decir una u otras cosas y cuando encuentras a alguien así da lo mismo de dónde proviene, si está lejos o cerca porque las limitaciones físicas se quedan en eso, sólo en eso. 

Un abrazo fuerte, Manuel. 

Pd: Me alegro muchísimo que estés tan feliz junto a tu Emily. Sé desde ya que ambos tendrán una perfecta y asombrosa historia que a penas y comienza. 

28 de junio de 2014

26 de junio de 2014

Carta 3

Hola :D 

Recién acabo de leer que ya hiciste tu prueba y te sientes esperanzada; ojalá te vaya bien, sé que si o al menos espero eso porque si no me sentiré un poco culpable al saber que yo fui el que te quito un poco de tiempo al pensar y redactar previo testamento.

Respecto a lo que dices que es "complicado" creeme que lo sé, y hasta puedo llegar a decir que yo de igual forma me catalogo así, un tanto complicado con la gente, muy específico en cuanto a las personas con las que decido convivir y así. Es difícil, pero aprendes a divagar así.

De igual forma entiendo eso de que las cosas nunca salen como uno quiere, y créeme, ahora me siento con miedo, muchísimo, pues por primera vez me esta saliendo todo como alguna vez lo desee (ya que nunca planeé estas situaciones) pero espero me siga yendo bien.

Igual yo me ilusiono muy rapidísimo y es triste, muchísimo pues a siempre siempre yo quiero algo formal ¿me entiendes? no andar jugando o cosas así. Y siempre me salen con que solo quieren para un rato o un acostón o algo así, y pues o sea, estoy a edad de todo "eso" pero yo no soy así o al menos me cuesta demasiado. 

Tal vez en una de esas tantas "aventuras" que tuve de igual forma me llegué a saltar casi todas las etapas hasta llegar solo a un simple acostón, no me arrepiento pues me sirve de experiencia, una vivencia, no tan placentera para mi (posteriormente) pero a fin de cuentas vivencia. 

Y respecto a lo del amor, hoy fue día de suerte y por fin se formalizó mi relación con esta niña. Y es bonito ¿Sabes? porque jamás creí que estaría con ella.

¿Has leído "Mujeres" de Charles Bukowski? 

Me siento como Hank Chinasky cuando en el comienzo solo tiene relaciones tormentosas y solo busca tomar, escribir y tener sexo (para mi corta edad, este último año fue muy activo en los tres sentidos) y al final de la novela se enamora de una persona todo lo contrario a lo que el por lo general buscaba, y se enamoraba...

No sé si puedo decir que estoy enamorado, seria un atrevimiento, pero siento algo y es muy fuerte (Estamos juntos prácticamente desde hace un año) y me hace sentir el chavo más feliz del continente :D 

Me da miedo hacerme ilusiones, de hecho estoy totalmente en contra de ellas: pero estoy feliz, no quiero planear una temporalidad solo deseo vivirla. 

Me das confianza y me agradas mucho.

Te sobra un par de hombros y manos para sostenerte cuando quieras llorar o algo.

P.D.: Tus plegarias sirvieron :) 

P.D.2: Un abrazo enorme y así. 

P.D.3: Si todo sale como quiero te podré dar tu autografo en un par de años. :D

25 de junio de 2014

Carta III

Querido Manuel

Te he escrito un testamento con mis pesares. Pero ya que estamos con el tan sobre valorado amor, las palabras se me vuelan y aun así siento que soy incapaz de expresar todo lo que mi ser siente, no sólo ahora, sino siempre. 

Por cierto, no te preocupes por la tardanza, eso me da a entender que eres consecuente con tu tiempo, con tus responsabilidades. Te comprendo con eso de los exámenes y demás cosas pues ya sabemos ambos que caminamos más o menos por el mismo sendero. Yo mañana (hoy) tengo mi ultima prueba de mi curso de ética y pues aquí me encuentras, dándole prioridad a mi tiempo de ocio; facebook por aquí y por allá, visualizando el wassap del chico que me tiene los nervios a punto de estallar a cada instante, pensando cosas y escribiéndote. 

De todas formas no estoy preocupada por la prueba de mañana, es un ramo bastante liviano ciertamente, o no sé si yo le estoy catalogando irresponsablemente. Son muchos los contenidos pero no me siento preocupada y eso que no he estudiado nada (literalmente nada) No sigas jamás mi ejemplo, por favor. 

Respecto de lo que me comentas, sobre que te sentiste identificado con ambas frases de mis cartas, es complejo ¿sabes?, yo de por si soy un personaje complicadísimo y creo que eso es parte de mi esencia, no sería quien sin mis crisis existenciales, sin mis constantes e insaciables cuestionamientos a todo. Hubo una vez alguien que me dijo "Piensas demasiado" y resultó ser que tenía toda la razón del jodido mundo, pero así soy, no consigo dejar de pensar. 

Te dije que me había en cierto punto acostumbrado a perder porque supongo que las cosas nunca me han salido como yo he esperado que salgan; no me quejo mucho de mi vida lo que no significa por ningún motivo que no lo haga, es sólo que tal vez me hubiese gustado a estas alturas de mi vida haber tenido más experiencias sobre mi espalda, haber tenido el valor de hacer las cosas que siempre quise hacer y sé que para algunas aun hay tiempo, pero para otras simplemente se me fue la oportunidad. 

Sabes una cosa, Manuel. Me ha hecho mucho eco el que digas que no te va tan bien en asuntos del amor. A mi me ocurre lo mismo. Me ilusiono, me ilusiono demasiado rápido que a veces incluso me siento realmente tonta por hacerlo; es como si de pronto yo tuviese diez años y me enamorara del primer hombre que me dice "Hola", sí, es una completa exageración, pero hubo un tiempo en que realmente me ocurría (no con el "Hola" claramente). 

Hoy en día he conseguido volverme más fría, tiendo a no esperar mucho de los hombres porque siento que no he sido hecha para ser la chica con el papel protagónico y es por ello que antes te decía que no espero a un príncipe azul, sólo espero esa gran historia, ese algo. Y con esto te digo, en mis 24 años de vida jamás he mantenido una relación formal con nadie. Como dirían mis padres, es como si se me estuviese a punto de pasar el tren. 

Y tal vez es por ello que estoy tan "enferma" al respecto del ultimo sujeto que entró en mi vida. Estoy un manojo de nervios porque no quiero que él me comience a gustar más de lo que ya me gusta porque ahora él me ignora y yo ya me cansé de ser quien tome la iniciativa por él. Iniciamos algo en lo que fuimos demasiado rápido quemando las etapas, hasta diría que nos saltamos algunas. 

Nos conocimos, nos saturamos hablando del uno y del otro y ya luego no quedaba más que tirar las cartas sobre la mesa para que todo no se volviera tedioso. Nos dijimos que nos interesábamos mutuamente y él se retiró luego de decirme que yo le gustaba (hasta allí estábamos cuando te escribí la segunda carta)

Pero entonces insistí, porque creí que él valía la pena y luego de al fin decidirnos a salir un día, resulta que ahora ya no me habla pero tampoco me ha alejado de su vida como si de pronto él fuese el típico hombre que sólo quiere conseguir un revolcón. Pienso que hasta incluso sería más fácil para mí que fuese ese tipo de hombre, al menos no estaría con tanta incertidumbre de por medio. 

Imagínate si estuviese completamente ilusionada con él, supongo que no sería capaz de contarte todo esto de ser ese el caso. Supongo después de todo, que lo que me ha afectado es el orgullo. No quiero ser yo la que se quede pensando en él, tampoco es que espere ser la chica mala de la película y destrozarle el corazón, pienso que hasta incluso me bastaría con un consenso. 

En fin, que sólo te escribo todo lo malo, como si pañuelo de lágrimas fueses; pero no sé, creo que me inspiras confianza, de esa confianza no convencional, sino de aquella que te dice que conseguirán comprenderte al menos un poco. 

Un tremendo abrazo fraterno. 

Pd: Yo confío en que tu "no sé qué" con esta chica pueda perdurar. Elevaré mis plegarías a los astros para que todo te vaya de maravilla con ella. 

Pd II: Mil felicitaciones por tu publicación. Tendré que pedirte un autógrafo.

24 de junio de 2014

Falsas expectativas

Allí estaban ambos, de seguro impacientes y con algo de nervio al momento en que se vieron reunidos, nada que una conversación trivial no consiguiese aminorar. Lo que siguió a continuación no fue más que más que un par de horas agradables en los que el nerviosismo se esfumó por completo. Hubo risas, charlas y hasta incluso bromas. Lo que siguió a continuación fue lo que debía de suceder, a lo que ambos sabían que irían y aunque hubieron ciertas señales de por medio en las cuales ella podría haber interpretado que todo acabaría bien, seguramente él también saco sus propias conclusiones las que estaban en contra posición a las de ella. 

Tal vez por ello es que acabaron de espaldas uno del otro tal y como ella pensó que sucedería.

Te escribo en desesperación

No sé si exactamente concederte el hecho de que has conseguido lo que querías, después de todo fui  yo misma quien insistió hasta el punto de que nuestro encuentro sucediera; pero te lo concedo, lo has conseguido y eso solo me provoca un sabor amargo de boca (metafóricamente hablando)

El asunto en cuestión es que creo que considerando que mis expectativas se vieron completamente aminoradas sobre el cómo acabó todo esa noche, merezco un poco de crédito de tu parte. 

Y debería ser simple, o me eliminas de una vez de tu vida o me dices qué carajo es lo que esperas que haga. Soy una mujer susceptible (demasiado) como para no realizar conjeturas y ponerme a pensar sobre que es lo que piensas, si tan sólo querías conseguir lo que conseguiste, no es lógico que no me hayas expulsado sin más, no es lógico.

Hazme un favor y simplemente bórrame de todo esto, desaparece.

Estoy segura que me comeré los sesos un par de días pero al menos o seguiré con esta incertidumbre y no es que de pronto seas el amor de mi vida ni mucho menos, pero me gustas, lo cual es en extremo una locura porque es cierto que tenemos muchas cosas en común, pero tu no eres ni por asomo lo que yo siempre he idealizado de un hombre. 

Así que bien, te lo planteo de esta manera, por un mínimo de consideración decídete de una vez. No es que tengas que de pronto convertirte en un príncipe azul; tampoco espero que iniciemos algo, ni mucho menos una relación. Lo único que necesito es que no me ignores, que seas sincero y que permitas que las cosas fluyan; quien sabe, quizá estamos en el inicio de una muy buena amistad. 

Créeme que en esta etapa de mi vida no necesito más relaciones superfluas.

Te invoco con palabras, hoy madrugada del 24 de junio.

Ahora puedo decir, con toda propiedad que soy una completa loca cursi, maniática y psicótica, 

Háblame A, sólo te pido eso. 

Carta 2

Hola, disculpa la tardanza ya sabes, exámenes finales, estudios, desveladas, asesorías y ah, terminaba hastiado y muy cansado.

Insisto, al momento que me mandaste la carta me sentía casi igual que tu (respecto a lo que escribías) y hubo dos cosas que me tomaré el tiempo de recalcar;

"Estoy acostumbrada a perder de cierta forma".

No es por mentir ni nada, pero justo ese día pensé eso, pues tuve un mal sabor que ay... me puse triste pero no me daba ni tiempo para entristecerme. Y la otra era

"no espero un Príncipe azul, pero espero algo"

Te juro que me sentí así, todo todo en su lugar. 

Soy muy cursi, y me encariño muy fácilmente, odio eso ¿sabes? Para mi el amor es sordo y no ciego. Digamos que casi no me va tan bien respecto a eso.

Pero mi suerte cambió poquito, tengo un "no se qué" con una chica que comenzó fungiendo como mi amiga y ahora cambiaron las cosas (se que este tipo de relaciones amistad-amor nunca van para bien, pero era tan fuerte todo que decidimos continuar) y me siento de lo más feliz con ella. Es lo que ha calmado mis días y tengo miedo porque todo va tan perfecto que me preocupa eso, nunca me va bien tanto tiempo seguido... Ojalá y me equivoque...

Otra cosa importante que me pasó fue por fin se publicó una revista virtual dónde se publicó un poemita mio y es bonito porque gente que ni conozco me felicita y así. Jaja. :)

¿Tu como sigues? ¿ya estás mas tranquila?

Un abrazo más fuerte y enorme.

20 de junio de 2014

Lanzarse

Cada cual tomó su propia iniciativa. Ambos sabían a lo que irían por lo que no tendrían porqué haber ataduras de por medio. Aún así, ella estaba nerviosa; ansiosa y nerviosa. ¿Y si lo había interpretado todo mal?, bastaba menos de un segundo para encontrar la respuesta, claro que no había interpretado nada mal. 

16 de junio de 2014

Huyes

La primera vez que te conocí, sentí una especie de contradicción en ti. Tú estás buscando algo, pero al mismo tiempo estás huyendo de todo lo que vale la pena.

15 de junio de 2014

Carta II

Querido Manuel, 

Retiro lo dicho en el primer correo, pienso que es más complicado escribir una segunda parte; quizás mi estado de ánimo tenga un poco que ver en todo esto, pero siempre estoy echándole la culpa al estado de ánimo, así que directamente no sé si habrá mucha razón en ello, después de todo podría comenzar a escribir sobre cualquier cosa en el mundo y ya estaría; pero ese es el problema, ¿qué vas a escribir?

Culpa al corazón quien se antepone a la realidad, a la objetividad, a la frialdad; se antepone a sabiendas de que será dañado. 

Culpa a mi ingenuidad, que siempre está creyéndose todas las frases bonitas así sin más. 

Culpa al orgullo y al pesimismo; porque gracias a ellos no soy capaz de ir y buscar lo que podría a haber sido una gran historia. Quizás es que me he acostumbrado a perder en cierto sentido. 

Pero por sobre todo, culpalo a él, quien se ha acobardado al notar que su propio corazón empezaba a sentir.

Como te darás cuenta soy bastante cursi. Y sí, estoy media enojada media triste por líos de amor. Tal vez no esté esperando a mi príncipe azul pero sí espero algo. Algo grande, y creí en un momento que con esta persona realmente podía resultar ese algo. Es como si tuviera tanto que entregar y está allí, dentro de mi conteniéndose. Odio ser así, odio tener que depender de todo esto.

¿Te sorprende el que haya mencionado a Sartre?, las cartas al Castor ¡son esplendidas!, me gustan mucho no sé, me provocan una sensación de tanta complicidad, es al fin de cuentas el inevitable anhelo de tener una gran historia, tener a esa persona a la cual le escribes por el puro placer de escribirle (como dice Sartre en una de las mismas cartas) aunque no tengas nada que decir y terminar escribiendo cuatro hojas. 

¿Qué me dices de ti?, ¿Algún amor épico el cual mencionar?, de seguro que sí, siempre los hay, como escribió Pizarnik "Y quién no tiene un amor?,¿quién no goza entre amapolas?"

Un abrazo gigante.

Sólo una vez

Sólo una vez supe para qué servía la vida.
En Boston, de repente, lo entendí,
camine junto al río Charles,
observé las luces mimetizándose,
todas de neón, luces estroboscópicas, abriendo
sus bocas como cantantes de ópera;
conté las estrellas, mis pequeñas defensoras,
mis cicatrices de margarita, y comprendí que paseaba mi amor
por la orilla verde noche y lloré
vaciando mi corazón hacia los coches del este y lloré
mi verdad sobre un pequeño puente encorvado
y apresuré mi verdad, su encanto, hacia casa
y atesoré estas constantes hasta el amanecer
sólo para descubrir que se habían ido.


14 de junio de 2014

Avance

Dos cosas que no pueden esperar a un correo más decente.

1. AMO a Charles.

2. Te envío un abrazo muy muy fuerte.


Carta 1

Hola.

Primeramente me presento, mi nombre es Manuel

Tengo que admitir que me gustó tu forma de expresarte; no digo que sea raro o algo por lo parecido sino que acá donde vivo, en México en un Estado de provincia llamado Querétaro que osan llamarlo urbe, la gente es muy complicada y cerrada, no se quieren esforzar y usan unas cuantas palabras para expresarse.

Me identifico en cuanto a que me es más fácil poder entablar diálogo con un/a desconocido/a (ya no lo eres) pues no hay perjuicios de por medio. 

Casi no socializo, a veces se me hacen muy tontas unas formas de interrelacionarse o sus pláticas no me son de interés o tal vez no las hacen interesantes. 

Indirectamente me hiciste saber tres o cuatro puntos de tu vida y coincido con la misma carrera, la lluvia o que de igual forma me gusta escribir.

Soy muy noble y terco y es malo, pues no sé ser duro con algunas personas y simplemente salgo lastimado. Es algo triste.

Me considero una persona solitaria, no más. O más o menos como decía Charles Bukowski "Me gusta la gente con mentes rotas y con destinos rotos. Están llenos de sorpresas y explosiones. Me siento bien entre marginados porque yo soy uno de ellos." Es algo difícil pero ahí está lo mejor.

A primera instancia me agradaste, no eres como las personas que trato y eso te hace diferente. Lo diferente atrae.

Espero tener respuesta. Un abrazo fuerte (abrázame fuerte, lo necesito).

P.D.: Jamás creí que alguien en una conversación me citara a J.P. Sartre.

13 de junio de 2014

Alguien escribió

“La mente es su propio lugar, y en sí misma hace del infierno un cielo y del cielo, un infierno”.

12 de junio de 2014

No es comparación

Para ti no tengo frases ni palabras bellas o poéticas; tampoco prosa barata. Sí, no tengo eso para ti, después de todo no me has dado más que material realista y un montón de cosas para pensar que hasta aquí ha llegado nuestra historia. 

Carta I

¿Sabes?, yo tampoco diría ser la mejor para iniciar esta clase de cosas. Uno nunca sabe por dónde comenzar porque luego es inevitable cuestionarse si estás siendo aburrido o poco interesante. No es como antaño cuando recuerdo que estaba de moda esto de los chats o el messanger y entonces iniciabas siempre una charla de la misma forma "Hola, cómo estás, ¿qué música escuchas?" y resulta que a uno le parecía de lo más normal y nada aburrido o trivial. 

A mi hoy en día me lo parece, mucho. 

Creo que soy una persona que dialoga más con los extraños, es como si de pronto todo lo sincera que me gustaría ser no pudiese aplicarlo con las personas que tengo más cerca de mi; ciertas cosas claro, pues siempre hay excepciones. 

Y aún así, los últimos años de mi vida siento que me voy quedando sola, que ya ni siquiera los extraños pasan a convertirse en personas constantes y que de pronto ya no puedo hablar con nadie; no soy una persona antisocial por cierto, no es esa la impresión que me gustaría dar. Creo que ahí está el problema, soy bastante social, pero sólo de relaciones superfluas y llega un punto en que te aburres de eso. Quieres historias significativas y no sólo historias que representen un recuerdo gracioso. 

Y aquí es cuando el bloqueo llega ipso facto. No quiero continuar con cosas como que me gusta escribir novelas románticas, ni que en estos momentos odio que llueva en mi ciudad porque no puedo salir a patinar a causa del agua. Tampoco quiero escribir cosas como que estudio Derecho (o al menos intento sacar la carrera) ni mucho menos contarte que acabo de convertirme en tía. 

Ya lo vez, a simple vista pareciera que mi vida es completamente normal, pero he de suponer que eso es un pensamiento meramente subjetivo, después de todo yo jamás me he considerado alguien normal, al menos no dentro de mi cabeza. 

Quisiera ser mejor con las palabras en este primer correo, aunque dudo que alguna vez consiga capturar la esencia o la pasión que denotaba Sartre en sus triviales cartas a Simone de Beauvoir; no siempre se tiene lo que se desea ¿no?, pero al menos tenemos el consuelo de que podemos seguir intentándolo. 

Un abrazo, espero con ansias tu respuesta. 

Pd: Si consideras que hay un exceso de comas en este fragmento, sí lo sé. Tengo un serio problema con ellas. Ja!.

11 de junio de 2014

Las noches han vuelto a ser mis enemigas

No sé muy bien como seguir adelante. Hay tantas dudas que me turban la mente, el caminar. Siento que voy cayendo lentamente y a la vez que voy en picada; ya lo he dicho antes, mi vida se me pasa como un flash ante mis ojos. Y es que todas las cosas buenas, a veces no son suficientes para sobre ponerlas a este constante sentimiento de abandono, de tristeza. 

10 de junio de 2014

A veces así es, más o menos

Yo sabía que las ramas
arriba llevan una vida más libre,
absolutamente aislada, casi abstracta;
pero ahora es distinto, yo también vivo arriba,
mi cabeza y los hombros se pierden
entre las hojas más altas
y hasta siento y pienso como algo
que está solo, absolutamente aislado
y no tiene raíz.

(Treinta segundos de ingravidez)

9 de junio de 2014

Haz llegado

Puede que pretendamos darte una carga tan grande a ti, a penas a un par de horas de tu llegada, pero es justo y necesario. Tu tan inocente no sabes lo cuan feliz que haces nuestras vidas.


3 de junio de 2014

1 de junio de 2014

La secta

“La secte, c'est une fleur magnifique au parfum agréable qui vous laisse pénétrer en son sein pour vous donner l'illusion du bonheur. Une fois dedans, le piège se referme. La secte est une plante carnivore”.

La secta es una flor magnífica de perfume agradable que los deja penetrar en su seno para darles la ilusión de la felicidad. Una vez dentro, la trampa se cierra. La secta es una planta carnívora”.