Y la brisa cálida se volvió de repente en viento aterrador, frío y fuerte en su contra, impidiéndole el paso; que devastador, me entristece.
Y pensar que todo depende de él pero no es sencillo como todos lo creen.
Se está muriendo por dentro y nadie lo ve.
Lágrimas deseosas, adiós a esa sonrisa. Bienvenido temor, llanto, dolor, angustia.
Al menos sabemos que poco durará. Mañana él no te recordará, pues mañana volverá a conocerte.
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