27 de abril de 2014

No me des tregua, no me perdones nunca...


No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostigame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante; tálame como un sílex, desespérame.



2 comentarios:

Gonzalo dijo...

No seas mentirosa. Yo lo hice y no dio resultado.

Don Julio dijo...

Mi impresión es que esa carrera frustrada no tiene nada de frustrada. Las letras sean contigo, como la paz.

Besos