No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostigame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino, naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante; tálame como un sílex, desespérame.
2 comentarios:
No seas mentirosa. Yo lo hice y no dio resultado.
Mi impresión es que esa carrera frustrada no tiene nada de frustrada. Las letras sean contigo, como la paz.
Besos
Publicar un comentario