"El abuelo Colín es una persona a la que respeto mucho. Samuel siempre ha dicho que es un viejo al cual sólo le somos un estorbo, pero en el fondo sé que le quiere. El abuelo me retiro del internado y le acompañé hasta casa, al segundo día me dijo que mi partida era inevitable y que él lo sabía. Reconozco que me provocó cierta nostalgia decirle que estaba en lo correcto, si por mi fuera me quedaría con él a vivir una vida tranquila en el campo, tampoco es que estuviese tan lejos de la ciudad, pero por mucho que Samuel fuera mi némesis, por mucho que me sacara de quicio y que por muy incompatibles que fuéramos, no podía dejarle sólo. Ambos nos habíamos acostumbrado a estar juntos, al menos hasta que sentásemos cabeza, porque el muy idiota me necesitaba y lamentablemente yo también le necesitaba a él.
Durante el viaje, conocí a Thomas, se había colado en el tren y entró en mi compartimento con el fin de esconderse de los guardias. Parecía ser un chico bastante afable y me contó sobre sus planes. Era guitarrista y añoraba formar una banda; se dirigía a unas audiciones y vivía como un nómade desde pequeño, por eso se había colado en el tren. Eso, me supuso una gran idea, porque Samuel era bueno tocando batería y Freddy de seguro tocaba algún instrumento musical, de seguro, me imaginaba yo, sus aristocráticos padres le habían obligado a tomar clases de música clásica cuando pequeño, y además en el internado los dos bestias tenían clases de música. Nos fuimos todo el trayecto en el tren hablando sobre los planes que Thomas había trazado en su cabeza, era bastante idealista pero le deje que hablara, yo encendí un cigarrillo mientras esperaba que el llamado cuervo rojo del cual Samuel me había hablado, existiese realmente."
Jerry
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