A veces me ilusiono demasiado rápido, y ¡cuanto!, cuanto daño me hace aquello. Me ilusiono de cosas que ni siquiera deberían de ilusionarme porque no son motivo de ello. Me ilusiono porque al final estoy sola y creo un deje de esperanza en las cosas que otros hacen, como una palabra, un abrazo o una mirada. cosas que no son más de lo que son y yo, pues yo termino viéndolas de otro modo.
Digo ser realista, calculadora y fría, pero al final del día todo aquello, se va al carajo; sí, porque soy una más del montón sabiendo que quisiera ser diferente, sabiendo que quisiera serlo, sólo para llamar tu atención, sí tú; ente particular que en algún lugar del planeta debes de estar quizás, sintiéndote como yo, quizás viviendo una vida normal. Siempre me he preguntado cuándo llegarás, cómo llegaras, ¿Me daré cuenta de que estás a mi lado, o a caso deberé tomar yo la iniciativa? Ciertamente soy una inexperta y quiero dejar de serlo, así como el miedo se cuela entre mis huesos y termino en el mismo sitio, sólo pensándote.
A veces, me ilusiono demasiado rápido, sueño cosas que la gente normal no sueña. Y quiero dejar de hacerlo, tanto así como me gusta vivir dicha fantasía.
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