Las flores retoñan y mueren, las estrellas brillan pero eventualmente se apagan; todo muere. La tierra, el sol, hasta algo tan inmenso como el universo no está excluido. Comparado con eso la vida del hombre es tan efímera, como un abrir y cerrar de ojos. En ese instante un hombre nace, en ese corto instante un hombre crece, ríe, llora, pelea, sufre, regocija, lamenta, odia y ama a otros.
Todo es transitorio.
Y luego todos caemos en el sueño eterno llamado muerte.
Siempre en nuestro recuerdo, en nuestra memoria tú y todas tus palabras, enseñanzas y sabiduría. Te extrañare mi querido vecino.
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