Si alguien, que me conociera tan sólo un poco, tuviera que definirme en una palabra o frase, posiblemente lo haría con apelativos predecibles y hasta aburridos. "Inteligente", "Simpática", "buena amiga", la verdad dudo que si le preguntase a alguien directamente buscase un titulo más rebuscado o más lejano a uno por mero compromiso. Quizá dirían "borracha" o hasta inclusive "yeta o yuyin" (agradecimientos al 2014 y la serie de accidentes en mi contra)
Si alguien me tuviera que catalogar en una frase constante en mi vida, supongo que nada me describiría con tanto acierto como éste adjetivo.
"Incompleto"
Todo en mi vida siempre está pendiente. Todo para mi siempre ha sido indeciso, incompleto.
Como la lista de libros que dije que leería durante el segundo semestre del 2014, la cual pende en mi diario mural por lo que la veo todos los días. Es como si la muy maldita tuviese vida propia y ojos propios y me mirara inquisitivamente recordándome a diario que la flojera y el ocio no deberían ganarme. Así como todas las demás listas de cosas que tengo por hacer.
Quizá un día de estos retome no sólo los libros.