14 de diciembre de 2011

Autorretrato. (Intento)

Hola, soy Marjorie, pero puedes llamarme Maggie; sí, como Maggie Simpson. Tengo dos décadas y algo, que a veces me deprimen pero que la mayoría no me importan; aunque todo eso, es un detalle.

Ochomesina. Cesárea. Piti ciega de nacimiento.

Por inercia, todos los días al despertar más de una lágrima abandona mis ojos. Me embriago con facilidad (mentira) y me enfado con la misma. Siempre tengo los pies helados y me encanta andar descalza en casa (en invierno uso calcetines)

Un cigarrillo antes de dormir como vicio irrenunciable.

Escribo en los parques, a veces, aunque nadie jamás entiende lo que trato de decir en mi croquera, no precisamente porque tenga mala letra. Eso me gusta. Dicen que soy extraña, algo friki, depresiva. Diferente.

En invierno prefiero el calor y en verano el frío, aunque lo cierto es que soy fiel amante de los anhelados otoños que año tras año desaparecen. Considero más trauma tener que salir de la ducha en invierno que de la cama. La mayoría de las veces resentida social. Políticamente más o menos incorrecta. Ciudadana promedio. Sexualmente correcta (bajo los cánones establecidos por la sociedad hace muchos años), No sufro de homofobia ni Heterofilia ni tampoco podría considerarme un heteroaliado por todas las de la ley; aunque existen ciertas discrepancias en mi mente al respecto.

Amistosamente volátil, partidaria de las excepciones. Soy fea e irónica, intento ser irónica.

Cobarde en extremo. Inteligencia promedio. Mi madre dice todo lo contrario y yo le creo (un poco). Bueno, hace mucho no lo dice.

Hipersensible frente a la miseria que nos imponen, aunque demuestro lo contrario. En más de una ocasión me han tachado de insensible. Intento ser Realista, no obstante siempre terminar soñando, incluso lo que no debería.

Familiarmente disidente, oveja negra, hija prodiga. Una extraña mezcla a la que no le busco explicación. Generalmente prefiero ser calculadora, aunque termine siendo impulsiva siempre. No creo mucho en el destino, ni en el amor a primera vista, tampoco en la Iglesia.

Orgullosa en demasía. Celosa poco dramática. Mi color favorito es el verde, pero no soy ecologista ni nada por el estilo, aunque me preocupe un poco eso del calentamiento global (que no es lo mismo pero es igual). Escribo sin culpas, hago desprecios, miento, pienso más de la cuenta.

Me duele el desprecio. Poseo una pisca de rencor. Me desenamoro tan fácil como me enamoro. Romántica oculta tras películas de amor y frases cliché que no son tan clichés.

Le temo en extremo al dolor (gallina) y a la soledad absoluta, a pesar de que no me gustan las malas compañías. Vida aburrida y poco interesante.

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