Aquí me encuentro, sin tocarte, sin alcanzarte. ¿Sería mucho pedir que tratases de acercarte a mí?
Tal vez esté de suerte, en la profundidad, sí hipnotizado, me tiemblan las rodillas (...)
Hipnotizado con tan solo olerte, con tan solo verte tras una barrera cotidiana, un muro, tras un papel, tras unas palabras, tras unos recuerdos (...)
Intento no marearme con tu horrible llanto; intento no caer al momento que te vas, que te alejas para luego resurgir con un nuevo indicio que nos confunde aún más. Sentimientos contradictorios. Me haces bien... me haces mal.
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Siempre suele suceder que me encuentro con cosas como estás en los baúles de los recuerdos. Ciertamente no recuerdo a qué iba dirigido, apuntaba allí que fue creado a especie de soliloquio al correr de la conciencia, del 2007. Estaba mucho menos estructurado claro está. El asunto es que siempre encuentro estas cosas, que son perfectamente aplicables a las emociones que manejan mi vida a diario y en la actualidad.
Supongo que al final, quizás, sólo quizás no he cambiado mucho.
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