
Ella miraba por su ventana todos los días. Pero, jamás se percató que todo seguía tal cual, las mismas luces, los mismos tejados…
Sólo ella y la demás gente cambiaba, ella y el mundo. Estaba cambiando y a pesar de todo, sus pensamientos eran los mismos de cada noche. Entonces, no cambiaba del todo.
Ella cambiaba para seguir siempre en la misma agonía.
Tenía que dejar esa ventana.
Sólo ella y la demás gente cambiaba, ella y el mundo. Estaba cambiando y a pesar de todo, sus pensamientos eran los mismos de cada noche. Entonces, no cambiaba del todo.
Ella cambiaba para seguir siempre en la misma agonía.
Tenía que dejar esa ventana.
3 comentarios:
Hermosas palabras...me gusta como escribes.
Me temo que no nos conociamos,por casualidad cai en tu blog...bendita casualidad,porque me gusta lo que hay en el...:) gracias por pasarte por mi blog...un abrazo.
jajaja
me ahorro los comentarios o podría arruinarte algo.
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