Ha pasado tiempo, bastante quizás, demasiado poco. Creí al principio que nada sería igual, que por mi orgullo soberbio todo quedaría en un final no feliz y que a pesar de todo, los demás apostarían a por mí; pero ahora viendo las cosas no fue así. Luego creí que podría dar vuelta la página, tratarte normalmente, hacer como que no me importaba nada, pensé que podríamos tratarnos como dos simples amigos civilizadamente, que tú así lo harías, pero el silencio y la ignorancia de tu parte me hicieron sentir destrozada, dolida, rabiosa. Me mata tu indiferencia; me hace odiarte, me hace sentirte rabia y unos deseos insuperables de hacerte sentir equivocado, pero no hago nada al respecto, no más que parecer una completa idota cada vez que coincidimos, simplemente termino pareciendo una arrastrada aunque tu no lo veas, aunque nadie mas lo vea, nadie más que yo misma. De seguro que me embrujaste o algo por el estilo, por que ni yo misma entiendo el porqué de importarme tanto tu conducta, sabiendo que no es amor o una que otra de esas cursilerías, supongo simplemente que heriste mi orgullo y claro, que desde entonces lo has herido varias veces. Como te detesto, y como quisiera al mismo tiempo que de una vez por todas me enfrentaras, por ultimo para decirme que soy una inmadura y que realmente no te importo.
Sé que no lo harás. Feliz cumpleaños.